#testimonios de José Luis Tan
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Liberan al periodista José Luis Tan luego de 5 días secuestrado por el régimen de Cuba
“El periodista José Luis Tan Estrada, contó luego de ser puesto en libertad, que estar dentro de Villa Marista es una tortura Psicológica, donde todos se sienten con impunidad para hacer lo que les da la gana” Luego de 5 días secuestrado sin cargos en su contra, el periodista independiente José Luis Tan Estrada fue puesto en libertad, según dio a conocer la activista conocida como Lara Crofs en…
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EL ARTE DE CAMINAR LAS HISTORIAS DE UNA CIUDAD
Por Pamela Huesca.
La historia del arte es casi tan antigua como la historia humana misma, y a la vez es otro testimonio de las diversas historias vividas y creadas por nuestra especie.
Un ejemplo de ello son las primeras formas de expresión artística creadas por nuestros ancestros, que se define como “arte prehistórico”, probablemente lo primero que imaginamos cuando pensamos en estas primeras formas de arte es en alguna escena de caza dibujada en lo profundo de una cueva, las llamadas “pinturas rupestres”.
Recientemente se ha descubierto que una de estas pinturas rupestres podría ser una de las obras de arte más antiguas, se trata de la representación de un jabalí verrugoso de Célebes, Indonesia. La imagen parece retratar una escena cotidiana, un jabalí nativo de la isla interactuando con sus pares, probablemente observada por los primeros humanos habitando la isla de Célebes.
El arte después de la prehistoria continuó transformándose con el pasar de los siglos, sin embargo muchas de las fuentes de inspiración que utilizamos para su creación permanecen, prueba de ello es nuestra constante necesidad por atrapar los escenarios cotidianos que nos rodean, o por el contrario, ser atrapados por los escenarios a nuestro alrededor, un ejemplo de esto es el popular uso de la red social Instagram, donde millones de internautas diariamente fotografían sus vidas diarias, desde lo que comen, las actividades que hacen y hasta los lugares que visitan. En el caso de José Luis Arroyo Robles, artista egresado de la Licenciatura en Arte y Diseño de la ENES Morelia, UNAM, él se dejó atrapar por el escenario urbano de Morelia transitando en él y fotografiándolo para retratar su visión artística a través de su proyecto de titulación “Buró de Fenómenos Territoriales: una indagación desde la deriva en la periferia de la Morelia contemporánea”.
Derivando en los alrededores.
En el año 2016 José Luis comenzó a experimentar por primera vez con la “deriva”, teoría artística creada por Guy Debord en 1958, está teoría plantea experimentar y caminar el espacio de una manera distinta, dejándose extraviar en el entorno sin la planeación previa de un trayecto.
Tras practicar la deriva un par de veces durante su licenciatura José se convenció de llevar esta práctica más lejos, y en julio de 2018 decidió utilizar la deriva para experimentar un territorio hasta el momento desconocido, pero muy llamativo para él: la periferia sur y poniente de la ciudad de Morelia, zonas que llamaron su curiosidad por la arquitectura repetitiva de las zonas habitacionales cada vez más comunes en la ciudad, ¿qué historias podrían contar estos espacios de casitas “fotocopiadas”?
Para poner en práctica la “deriva” en el sur y poniente de la ciudad, José Luis capturó a través de la fotografía lo que observaba mientras caminaba. Durante sus recorridos se propuso realizar trayectos más azarosos por lo que decidió que caminaría junto con los peatones desconocidos con los que se cruzara, sin embargo, primero necesitaba ganarse su confianza para caminar con ellos, por lo que inventó el “Buro de Fenómenos Territoriales”, una falsa institución de la que formaba parte, con la cual pudo acercarse a los transeúntes con mayor facilidad .
El proyecto había nacido, este Buró encarnado en José Luis, exploró diariamente por una semana dos lugares social y geográficamente opuestos, por un lado “Villas del Pedregal” y en contraste “Altozano”, ubicados al poniente y al sur de la Ciudad de Morelia, respectivamente. El seguir los caminos de extraños mientras conversaba con ellos y escuchaba sus historias no solo le reveló al artista un territorio desconocido, además descubrió una realidad de injusticia social, discriminación y desigualdad.
Las historias caminadas
La aparente aura de seriedad que obtenía José Luis al presentarse como miembro de la falsa institución “Buro de Fenómenos Territoriales” tuvo un efecto secundario en los peatones con los que conversó, muchos de los habitantes del poniente denunciaron la falta de servicios básicos como el acceso al agua potable, la cual han tenido que robar de viviendas abandonadas de sus fraccionamientos, otros cuantos reclamaron la insuficiente presencia policial en colonias con altos índices de inseguridad, mientras que el mismo artista se asombró ante el evidente estado de abandono en el que observó las calles de “Villas del Pedregal”.
Esta realidad no podría ser más abismalmente distinta a la vivida por José Luis en la periferia sur, en la que luchó para encontrar personas caminando en la zona de “Altozano”, pues notó que la mayoría de sus habitantes se trasladaban en auto propio, y mientras que en “Villas” observó casas descuidadas, en Altozano notó una arquitectura que, en opinión de José Luis, contaba con una gran inversión. El trato con el que personas de ambas colonias recibieron a José Luis también resultó opuesto, pues el artista sintió un recibimiento más “hospitalario” en la zona poniente, a diferencia de su experiencia en el sur, donde describió sentirse más observado y rodeado de un ambiente aparentemente desconfiado. Además, a través de los testimonios de los peatones con los que conversó el artista, percibió un trato que desde su juicio describe como “racista” pues escuchó múltiples historias de detenciones policiales arbitrarias, realizadas principalmente a personas de tez morena en las colonias sureñas de Morelia, detenciones que llegó a experimentar en carne propia mientras realizaba su proyecto durante aquel tiempo.
Aunque aparentemente separadas por sus diferencias, la zona sur y poniente de la capital michoacana comparten un vínculo. A través de las historias que escuchó José Luis descubrió que a diario pobladores de Villas del Pedregal se trasladan a la zona comercial de Altozano para trabajar como empleados en empresas de distinto giro, estas empresas a la vez emplean a otro sector marginalizado de la población: sus vecinos de Jesús del Monte quienes hace no tanto trabajaban sus cultivos en la misma zona en la que ahora se encuentran los centro comerciales en lo que se ven obligados a trabajar al haber sido despojados de su medio de sustento. Crear, recordar, resistir.
Las fotografías, los testimonios de los extraños que se convirtieron en conocidos y las propias memorias que el autor fue atesorando a lo largo de su deriva al caminar, fueron plasmadas en su proyecto “Buró de Fenómenos Territoriales: una indagación desde la deriva en la periferia de la Morelia contemporánea” el cual abre un espacio y un medio para denunciar y visibilizar realidades cotidianas que normalmente ignoramos, pero que a través del arte llegan a otras cotidianidades con la invitación de cuestionar y actuar.
El arte es un medio de expresión humana, y muchas veces actúa como un espejo de la realidad de nuestro tejido social, expresando emociones, ideas o historias que pueden llegar a convertirse en algo más según sean recibidas por el espectador, por lo que es esencial continuar creando y apoyar la creación de arte.
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Fray Dativo Nuñez Orcajo
Nuestro fundador.
Fray Dativo Núñez Orcajo de la Sagrada Familia, fue el nombre que nuestro fraile escogió en el momento de su profesión religiosa. Y qué bien ha sabido mostrarnos a través de su devoción a Dios, a la Virgen María, a su Maestro Jesús, San José, a la Orden, sus hermanos y su predilección por los más pobres y necesitados, como se camina en familia de amor. Es un español nacido el 2 de diciembre de 1927 en Fontioso, Provincia de Burgos. Hijo de Celestino y Feliciana, con 18 años hizo su profesión simple en la Provincia Santo Tomás de Villanueva, en Monachil, Granada, el 9 de octubre de 1944. Hablaba con una admiración especial sobre su madre Feliciana, mujer de fe y sobre su padre Celestino, que supo guiarlos también por el camino del trabajo y la entrega.
De allí que esta familia eligiera para sus hijos nombres que tienen que ver con la vivencia de la fe y los santos: Constancio, Teódulo (quien aún vive) y Antonino, son los nombres de sus hermanos. Vivieron tiempos difíciles de la guerra y trabajo muy fuerte en el campo; sin duda esto forjó su carácter y sus ideales tan firmes.
Su primo, el Beato Juan Núñez Orcajo al que conoció en vida, siempre lo llenaba de mucho orgullo. Dativo entró al seminario a la edad de 11 años, cerca de cumplir los 12.
En todo el tiempo de formación aprendió a amar a la orden, al servicio, la vivencia de la comunidad, la sencillez, vivencia de los votos de pobreza, castidad y obediencia…y se forjó como el hombre, adorador de Dios que hemos conocido hasta hoy. Su profesión solemne fue 4 años después, un 3 de diciembre de 1948. El 29 de junio de 1950, con 22 años, el Señor Jesús lo hace pescador de hombres con la Ordenación Sacerdotal recibida en Granada, España. Entre 1950 y 1960 fray Dativo fue destinado a Argentina, trabajando en Santa Fe, Hudson (Buenos Aires), Gándara y Mar de Plata. A partir de 1960, fray Dativo estuvo a servicio de la Iglesia y de la Orden en Venezuela, inicialmente en Caracas, después en Maracaibo y Caricuao y retornó a Caracas, donde vive hasta hoy y es conocido y amado por una multitud. Posteriormente se traslada a Venezuela desde finales de 1960 realizó un intenso trabajo como fundador y párroco en “San Pío X” y Santuario “San Judas Tadeo” de Caracas. Legó a esta zona su labor social, siempre apoyando y acompañando a los vecinos y feligreses. “Era una persona muy amable, alegre, y de envidiable lucidez mental y anímica” La primera misa fue celebrada en Fray Luis de León, en la Iglesia de San Agustín, por el Padre Provincial, con la bendición solemne de las rosas.
Y allí comienza la historia de esta Parroquia de San Pío X, Santuario San Judas Tadeo, que nos ha dejado como una herencia llena de anécdotas, amor, devoción, fe y mucha historia. En la pared de nuestro templo donde están los detalles que dejan nuestros fieles como agradecimiento a San Judas Tadeo por algún favor concedido, está algo importante: “Hace destacar la iluminación de la fe entre los apóstoles y la Iglesia” y nos ha dejado un mensaje especial, en sus propias palabras “para todos los bautizados católicos, porque ser cristianos significa consagrarse a Cristo de palabra y de obra”. De los hechos de los apóstoles: “Los apóstoles hacían muchos prodigios en medio del Pueblo y crecía el número de creyentes que se unían al Señor” (Hch 2, 43-44).
Los que conocen de nuestra historia saben que en la capillita de San Judas, donde ahora está un taller, no se alcanzaba a pensar que podrían entrar todas las personas que estamos aquí hoy. Podemos decir con orgullo que “han crecido el número de creyentes que se unen al Señor”. Con su ejemplo de vida y testimonio de fe, invitaba a vivir el ejemplo de Jesús que pasó por el mundo haciendo el bien, imitándolo en el amor, la fe y la caridad. Se caracterizó por ser un hombre de intenso compromiso con su fe y los más necesitados. En octubre de 2015, durante la festividad de San Judas Tadeo mostró y dejó fotografiar la reliquia del “Santo de los imposibles”.
Se trata de un diminuto trozo de hueso del santo que se expone en ocasiones especiales para su veneración por los devotos. Dativo se había convertido en una especie de “Custodio de esta milenaria reliquia”. Este pasado 19 de septiembre falleció a los 92 años, tras toda una vida de entrega, en la Puerta de Caracas donde vivió nada menos que 63 años, como misionero: evangelizando y sirviendo a los pobres, construyendo la Iglesia, promoviendo la educación. Era muy devoto de San Judas Tadeo, fomentando su devoción a San Judas en multitud de personas.
Sobre todo fue un religioso sencillo, acogedor, lleno de fe y alegría, que dejó huella en cuanto les trataron de cerca. Fuente: Compilación del Departamento de Pastoral 2022
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Prostanol Powder Precio Spain
El polvo totalmente natural conocido como Prostanol se usa para facilitar una mejora rápida tanto en las actividades de la próstata como del sistema reproductivo. Según el productor, este es uno de los remedios orgánicos más seguros y confiables para la prostatitis y la micción problemática. En España, en conjunto, se han vendido más de 5.000.000 de copias. El producto se puede comprar a la corporación en cada una de las naciones europeas por el mismo precio. En los foros, las opiniones y los comentarios de la gente sobre Prostanol son casi siempre positivos. Los testimonios no contienen un número significativo de comentarios negativos. Ninguno de ellos está relacionado con la manifestación de contraindicaciones mayores.
Expertos en andrología y sexología como el Dr. José Domínguez, el Dr. Ángel Luis y el Dr. Josep Torremade coinciden en que los usos a los que se destina Prostanol son bastante beneficiosos. Los expertos consideran que el polvo es un método totalmente natural que se puede utilizar en el tratamiento de la HPB y la prostatitis. Los desarrolladores recomiendan a los clientes que, para lograr una próstata más saludable y un plan de alimentación más equilibrado, deben combinarlos con actividades diarias. La eficiencia de Prostanol en el tratamiento de infecciones internas del sistema genitourinario es de aproximadamente 93%. Múltiples pruebas clínicas han encontrado confirmación de esto. Este artículo viene con un Certificado de Calidad del fabricante. Su composición orgánica está formada por componentes como selenio, cromo y minerales de zinc, entre otros.
¿Dónde puedo conseguir Prostanol al precio más asequible en Eslovaquia, Portugal y España? ¿Los mercados en línea como Mercadona y Amazon albergan un número significativo de actividades fraudulentas? Según las instrucciones de uso, ¿cómo se debe tomar el polvo para mejorar las funciones y la salud relacionadas con la próstata? ¿Cuáles son los beneficios de tomar Prostanol?
¡Siga leyendo para obtener más información sobre Prostanol!
Los contenidos demuestran
¿Por qué el selenio es un componente tan importante de los fitonutrientes?
El mineral conocido como selenio se puede encontrar en una variedad de alimentos, incluidas las nueces de Brasil, el pan, los cereales, la carne (incluidas las aves), el pescado y los huevos, entre otros. Debido a que nuestros cuerpos no pueden crear selenio por sí mismos, se lo denomina un nutriente “esencial”. Esto se debe a que el selenio solo se puede obtener a través del consumo de alimentos. El selenio es un componente increíblemente crucial en muchas de las actividades que tienen lugar en nuestros cuerpos, a pesar de que nuestros cuerpos solo requieren concentraciones relativamente bajas para funcionar correctamente. El selenio forma las llamadas selenoproteínas en el cuerpo cuando se combina con el aminoácido cisteína para formar el compuesto. Las selenoproteínas están involucradas en una amplia variedad de funciones dentro del cuerpo, algunas de las más importantes son el funcionamiento de la tiroides, la respuesta inmunológica, la salud reproductiva y la síntesis de ADN. Es ampliamente considerado como uno de los alimentos más beneficiosos para la función de la próstata y la libido de las mujeres. Además, el nutriente asegura que se mantengan las capacidades cognitivas normales junto con la salud del sistema inmunológico.
Estas son las razones por las que deberías asegurarte de incorporar una dieta que contenga una cantidad suficiente de selenio en tu rutina diaria:
El fitonutriente también es excelente para la prevención de enfermedades cerebrales degenerativas, como el Alzheimer; Mejora las Funciones de las Glándulas Digestivas y Tiroides; El selenio también aumenta la libido masculina y femenina y elimina la inflamación de la próstata. El mineral es un poderoso antioxidante que previene el daño inducido por el estrés oxidativo en las células y los tejidos blandos. Fortalece el corazón y hace que las paredes de los vasos sanguíneos sean más fuertes y elásticas.
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¿Qué es el prostanol y qué papel juega? ¿Qué es el prostanol y qué papel juega?
Se puede ayudar a la próstata a funcionar de manera más efectiva con el uso de un polvo llamado Prostanol. Este polvo está hecho completamente de ingredientes naturales. Su mezcla ligera está repleta de minerales esenciales que mantienen un tamaño regular para la glándula. El polvo orgánico se desarrolló con la intención de ayudar a los hombres a combatir enfermedades como la hiperplasia prostática benigna (HPB), la prostatitis y el adenoma de próstata. La empresa ha tomado la decisión de venderlos al mismo precio en todos los países de Spain. Los clientes en España, ya han recibido más de 5.000.000 de ejemplares del libro, que les ha sido entregado. Expertos en los campos de la urología, sexología y andrología, como el Dr. José Domínguez, el Dr. Ángel Luis y el Dr. Josep Torremade, evaluaron para qué sirve Prostanol y llegaron a las siguientes conclusiones:
Justifican las afirmaciones hechas con respecto a la capacidad del polvo natural para mejorar el flujo sanguíneo a la región pélvica que es más compacta. Restauran el equilibrio de los diuréticos y alivian el dolor y la picazón asociados con la micción. Si el paciente hubiera seguido el plan de tratamiento hasta su conclusión, el tamaño de su próstata habría vuelto a la normalidad. Además, la libido de uno estará en su punto más alto. El prostanol es maravilloso para mejorar el placer que ambos amantes obtienen el uno del otro y para restaurar el deseo del género más dominante de involucrarse románticamente. Varias investigaciones clínicas han demostrado que es eficaz en el 93% de los casos. El suplemento natural conocido como Prostanol es una excelente opción para hombres de cualquier edad que quieran asegurarse de que su próstata funcione normalmente. No se han informado casos de posibles efectos adversos o contraindicaciones.
Mejora de la salud de los hombres como resultado de los numerosos beneficios y ventajas del polvo
Los tres doctores mencionados, José Domínguez, Ángel Luis y Josep Torremade, están de acuerdo en que Prostanol ofrece una gran cantidad de beneficios y ventajas. Especialmente cuando se contrasta con otras opciones, como los medicamentos con alto contenido de químicos o la píldora que es azul. Esta bebida en polvo restablece un equilibrio saludable en la producción de hormonas y controla con éxito el crecimiento de la glándula prostática. Tienen un 93% de éxito en restaurar la libido así como las funciones del sistema urinario.
Debido a sus muchos beneficios y ventajas sobre las opciones alternativas para la salud de la próstata, Prostanol es la mejor opción para hombres de diferentes edades. La bebida en polvo facilita una mejor digestión y aumenta la cantidad de tiempo que puede pasar en la cama. No solo tendrá una sensación general más saludable, sino que también. Tu acompañante también experimentará una mayor alegría en su vida íntima.
PROS: Una composición totalmente natural que sirve para eliminar los síntomas de la hiperplasia prostática benigna (HPB), la prostatitis y el agrandamiento de la próstata;
El Polvo Estimula la Producción de Hormonas Masculinas, lo que a su vez te hará más potente y viril;
El polvo es 93 % efectivo para mejorar los diuréticos y abordar la micción problemática; No hay quejas sobre posibles efectos secundarios o contraindicaciones; Puede asegurar su copia con un -50 % de descuento a través del sitio web oficial del fabricante; No hay otros ingredientes enumerados en la etiqueta.
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CONTRAS: La ingesta regular debe combinarse con ejercicios para la próstata; se alienta a los hombres a beber más líquidos para acelerar el proceso de desintoxicación; ¡Una palabra para el sabio! ¡Los individuos pueden tener una amplia gama de efectos!
Opiniones y comentarios sobre prostanol, presentados en foros
Revisión del polvo de prostanol en Eslovaquia, Portugal y España, incluida información sobre el costo, las reacciones y los efectos secundarios
Casi no se han publicado opiniones y comentarios negativos sobre Prostanol en varios foros en línea. La actividad del polvo es atractiva para los hombres porque les ayuda a orinar normalmente y devuelve sus niveles de potencia a la normalidad después de que se han agotado. Existe un consenso entre los testimonios proporcionados por las mujeres de que sus parejas se quedan en la cama por más tiempo. Ya no les molesta la necesidad de levantarse y usar el baño con frecuencia durante la noche. Los urólogos y sexólogos profesionales atestiguan que Prostanol está completamente libre de riesgos y elimina todos los síntomas asociados con la próstata y el sistema reproductivo.
Testimonios: “Usar este polvo natural ha marcado una diferencia significativa en la calidad de mi vida”. Me los recetaron después de haber estado sufriendo problemas de próstata durante unos meses. Mi esposa me sugirió que tomara medidas con respecto a este problema, así que juntos consultamos con nuestro urólogo para obtener alguna orientación. Me animó a seguir el método natural y me sugirió que tomara Prostanol. A través de su sitio web oficial, pude hacer un pedido del polvo a un excelente precio. Recientemente terminé todo el programa de entrenamiento y debo admitir que he estado yendo al baño con menos frecuencia durante la noche. ¡Además de eso, mi libido está funcionando normalmente de nuevo!’ Eduardo De León, 53 años, Madrid;
“Estaba realmente avergonzado por mi próstata hinchada”, dijo. Me impidió tener un encuentro íntimo con mi esposa de la manera habitual a la que nos habíamos acostumbrado. UI probó una variedad de medicamentos, pero ninguno de ellos fue efectivo. Mi hermano me sugirió que comprara Prostanol para mí. Había tenido éxito en resolver el problema gracias al polvo. Decidí comprarlos, y tan pronto como recibí el artículo por correo, comencé a tomar las pastillas. Pudieron devolver mi ritmo a la normalidad y normalizar mis diuréticos. Martim Ribeiro, 49, Lisboa;
Precio del prostanol en España, Portugal y Eslovaquia: ¿cuánto cuesta el prostanol y dónde puedo comprarlo en España?
El proveedor recomienda a los clientes que investiguen dónde pueden comprar Prostanol al precio más bajo posible en España, Portugal y Eslovaquia. La respuesta a esta pregunta es sencilla: visite el sitio web oficial de la empresa para realizar un pedido y solicitar una entrega discreta. El sitio web con licencia ofrece con frecuencia a los visitantes acceso a reducciones de precios especiales para Prostanol. Esté atento para asegurarse de que la empresa no venda el polvo de próstata a través de otros canales. Logra este resultado por sí solo.
En este momento, puede comprar Prostanol a un precio con un descuento del cincuenta por ciento. Esta oferta solo estará disponible por un corto tiempo. Por lo tanto, vaya al sitio web y obtenga su copia lo antes posible. Lo único que se requiere de usted es proporcionar cierta información básica en el formulario, y luego deberá llamar para confirmar la dirección de entrega. El pago contra reembolso es el método de pago aceptable. Y no hay una postura moral adoptada por la empresa.
¡Atención! El proceso de pedido de Prostanol es comparable al de cualquier otro producto digital. Los clientes realizan sus pedidos completando el formulario de pedido, confirmando los detalles de su pedido por teléfono y luego esperando la entrega, que puede demorar hasta una semana. El pago contra reembolso es la única forma de pago aceptable.
¿Es posible comprar Prostanol en las Farmacias Mercadona o Amazo?
En esta farmacia en particular, Prostanol no estará disponible para su compra. El producto está disponible exclusivamente para su compra en el sitio web oficial de la empresa; no es distribuido por la empresa a través de la red comercial estándar. Gracias a esto, la empresa puede mantener un control estricto de la calidad y aun así ofrecer reducciones de precios. Tenga mucho cuidado de no ser víctima de ninguno de los numerosos fraudes de Prostanol y productos falsos que se venden actualmente en Mercadonna y Amazon.
Instrucciones de uso, dosis y prospecto para el paciente de prostanol, que incluye cómo tomarlo en tres pasos
Aprender a tomar Prostanol de la manera correcta no es una tarea difícil en absoluto. La información se incluye en las instrucciones sobre cómo usar el producto. Para mejorar el flujo de sangre a los órganos reproductivos, tanto el manual de usuario completo como el folleto indican que debe realizar ejercicios de próstata con regularidad. La síntesis de hormonas también se puede equilibrar con la ayuda de una dieta rica en proteínas vegetales. La dosis diaria recomendada de Prostanol es de dos cucharadas rasas del polvo.
De acuerdo con las instrucciones, el siguiente es un desglose paso a paso de cómo tomar Prostanol:
Tomar una cucharadita del polvo disuelto en un vaso de agua a primera hora de la mañana, 30 minutos antes de desayunar. Repite lo que acabas de hacer por la noche.
Realiza algunos ejercicios de bajo impacto para la próstata, y aumenta la cantidad de proteínas vegetales en tu dieta.
Realice los pasos del procedimiento una vez al día durante un mes calendario completo.
Quejas sobre los efectos adversos del prostanol y sus contraindicaciones
No ha habido informes de efectos adversos o probables contraindicaciones de Prostanol que se hayan tomado en serio. Los urólogos que son expertos en el campo han avalado que Prostanol es seguro de usar. Su suave composición puede ayudar a los hombres de cualquier edad a resolver los problemas de próstata que puedan estar experimentando. Consúmalo a diario para contrarrestar los efectos de los diuréticos y experimentar un rendimiento sexual mejorado.
Composición y componentes: componentes de cromo, zinc y selenio Selenio, zinc y cromo
La composición orgánica de Prostanol está repleta de componentes que se obtienen de varios tipos de plantas que son ricas en minerales. La inclusión de tales extractos en la receta asegura que el sistema reproductivo masculino se mantenga en buen estado de salud. Eliminan cualquier infección que pueda estar presente y mejoran la circulación sanguínea en la región pélvica. Se puede mantener una libido saludable con la ayuda de la bebida en polvo, y también extiende la cantidad de tiempo que puede pasar en la cama.
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Los siguientes son los principales beneficios que resultan de la composición de Prostanol:
Experimente momentos aún más íntimos y alegres juntos como pareja;
Reduzca la cantidad de veces que se levanta para usar el baño durante la noche;
Haga que el tamaño de su glándula prostática vuelva a la normalidad;
Los siguientes son los componentes principales de la receta:
Puede mantener una excelente salud reproductiva consumiendo proteínas vegetales, así como cromo, selenio y zinc.
Una dieta saludable es esencial para una buena salud. Si desea mantener su masculinidad y potencia sexual durante el mayor tiempo posible, debe tener en cuenta los alimentos que pone en su cuerpo. Elija las fuentes de proteínas vegetales que sean mejores para su salud. Proporcionarán energía al organismo hasta saciarlo y potenciarán sus efectos diuréticos.
El polvo de prostanol está ampliamente considerado como uno de los productos más eficaces disponibles en España para el tratamiento y la prevención de problemas de salud en los hombres. Los comentarios y comentarios de los clientes y usuarios del foro son abrumadoramente positivos. La fórmula rica en minerales restaura un equilibrio saludable a los diuréticos y devuelve la próstata a su tamaño original. Además, se extenderá el tiempo que pasa en la cama. No ha habido reportes de efectos adversos debido a contraindicaciones. Los urólogos expertos en el campo lo defienden como una alternativa saludable tanto a la medicación como a la píldora azul.
https://www.townscript.com/e/prostanol-polvo-031441
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¿Dónde está Paula?
El horrible final de Paula Perassi
Para seguir con los podcasts de estilo true crime, hoy os presento ¿Dónde está Paula? un podcast de formato documental cuya producción, investigación y dirección está bajo Hagar Blau Makaroff y Flavia Campeis. En él Flavia Campeis narra un crimen real, la víctima, Paula Perassi, una mujer de 33 años que en el momento de su desaparición estaba embarazada. El suceso ocurre en San Lorenzo, Argentina, en el año 2011 y en 5 episodios, el oyente puede conocer cómo suceden los acontecimientos de manera cronológica, días y horas antes de que Paula desaparezca, de tal modo que puede empatizar con la víctima y conocer lo que hizo en sus últimas horas antes de desaparecer.
El primer episodio comienza trasladando al oyente a la ciudad donde ocurren los hechos, el momento en el que desaparece Paula. Es un episodio extremadamente descriptivo y pone en contexto al oyente con el uso de efectos de sonidos que se corresponden con lo que narra la conductora de la historia. A partir del primer episodio, todos los episodios comienzan con la música característica introductoria del podcast y voces que contextualizan el entorno sociopolítico en que ocurre este caso de desaparición.
Este caso está muy vinculado a la ilegalidad del aborto en Argentina en el año 2011, ya que se conoce a lo largo de los episodios, que la victima quería abortar cuando desapareció. Cabe recordar que el aborto estaba penado con la carcel para aquellas mujeres que lo llevaran a la práctica, es por ello que muchas de las embarazadas recurrían a clínicas clandestinas.
Por cómo está estructurado este podcast y por cómo es la profunda investigación que se ha llevado a cabo, recuerda incluso en su narrativa al popular podcast americano Serial. Una narrativa en la que Campeis da paso en muchas ocasiones a testimonios de testigos, en la mayoría de las ocasiones familiares muy cercanos a la víctima, como sus padres o también policías y jueces encargados del caso. Cada vez que habla la presentadora hay música de suspense de fondo. La presentadora apela al oyente en ocasiones preguntando ¿Qué hizo Paula el día anterior que pudiera ayudar a entender dónde estaba?
Destaco especialmente el quinto y último episodio de esta temporada. Titulado “Los chats” este episodio es una puerta abierta a los mensajes de texto entre Paula y uno de los sospechosos, José Luis Freijomil. Sin duda, es el capítulo clave para conocer los últimos días de Paula y como oyente, podemos imaginar cómo fue esa conversación entre ambos, ya que es narrado a dos voces e incluso interpretado de forma teatral.
Cada episodio termina preguntando al oyente ¿Dónde está Paula? para así continuar la historia en el episodio siguiente y mantener la intriga, haciendo así que quieras escuchar y saber mucho más. Es lo que, desde mi punto de vista, hace tan especial y adictivo a este podcast. Yo te animo a escucharlo ahora aquí 👇🏼
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La fría calidez.
Cuánta paz y a la vez cuánta incomodidad se puede experimentar al deambular por un cementerio. Es de esos lugares en donde las sensaciones más contrariadas se encuentran y se solapan, creando un ambiente tan dicotómico cómo desconcertante. Uno podría pensar que, luego de un tiempo, la gente se acostumbra, pero no, hace 25 años que soy sereno en este cementerio, y cada noche experimento lo mismo. Conseguir este puesto fue bastante sencillo, ya que los postulantes eran pocos, pocos se atreven a recorrer cada noche los rincones de este sitio. Sin embargo, a mí siempre me llamaron la atención. Cuántas historias se han oído sobre los cementerios, cuántas leyendas, cuántas anécdotas que, al transmitirse de boca en boca, van mutando hasta generar relatos fantásticos y escalofriantes. Al menos, eso es lo que yo creía, pero la vida, y por qué no, la muerte, me tenían preparada una sorpresa. Era un sábado frío y gris del mes de Julio, y a las 19:30 tomaba posesión de las llaves del cementerio para iniciar mi recorrida habitual. Mi rutina estaba bien establecida, primero comenzaba con los nichos, los panteones, y dejaba para el final las tumbas de los que yacen bajo tierra. En todos estos años, uno de los panteones que más me llamaba la atención, era el de la familia Duarte. Contenía 5 ataúdes en donde se encontraban José Luis (el padre), Angélica (la madre), Luciana (la hija mayor), Lourdes (la hija del medio) y Claudio (el hijo menor), una familia entera que había sido desterrada de este mundo terrenal debido a un incendio jamás esclarecido. Lo que más me llamaba la atención era el cambio en la densidad del aire cada vez que pasaba por ahí. En ocasiones, hasta me pareció sentir el sufrimiento de esa familia y la desesperación que habrán experimentado al arder hasta morir. Esta vez no fue la excepción, a medida que me acercaba, el aire se volvía más denso, y me pareció ver cenizas desprendiéndose de la puerta del panteón. Al pasar frente a la puerta, un impulso totalmente ajeno a mis pensamientos me obligó a mirar a través de la misma, para observar con total horror cómo uno de los ataúdes estaba abierto, se trataba del féretro de Lourdes. Comencé a caminar hacia atrás, absolutamente espantado, y tropiezo con una de las baldosas que formaban parte del camino que se situaba entre los panteones. Al levantar la vista, veo una mano pequeña, huesuda, con uñas verdes consumidas por el tiempo, que me invita a reponerme. Levanto aún más la vista para observar a una niña fantasmagórica, con un vestido blanco con tintes amarillentos producidos por el paso del tiempo. Su rostro estaba completamente desfigurado, carecía de nariz y de labios, se veían perfectamente sus dientes amarillos y parte de su mandíbula. Un halo de cenizas acompañaba su andar hacia mí, insistiéndome en que me levantara. Mis ojos no podían creer lo que estaba viendo, ahora estaba formando parte de una de esas historias que tanto abundaban sobre este sitio. Me levanto tomándola de la mano, y ella me lleva hacia el interior del panteón. Una vez adentro, me señala el ataúd de su padre repitiendo las palabras “Culpable” y “Posesión”, solo eso, esas dos palabras sueltas que parecían no tener conexión. En ese momento siento que alguien me toma por ambos hombros, y al darme vuelta veo a una mujer de unos 40 años, calcinada en su totalidad, con casi todos los huesos expuestos, y a su lado, una niña y un niño con las mismas características, la familia Duarte había tomado contacto conmigo. Luego de esta secuencia, miré hacia el féretro del padre, el cual estaba moviéndose, y unos fuertes golpes podían oírse de su interior, acompañados de gritos desgarradores. Increíblemente este suceso generó pánico en el resto de la familia, y fue en ese entonces cuando Angélica, la madre, me contó lo sucedido. José Luis había tenido un amorío con una mujer más joven, cuya madre se dedicaba a la magia negra. Al enterarse de eso la abandonó y se puso en pareja con Angélica, con la cuál concretó el sueño de una familia. Luego de este suceso, el comportamiento de José Luis fue mutando y alterándose constantemente. De forma progresiva se convirtió en un ser violento y amenazador, hasta que un día ocurrió lo peor. Mientras ellos dormían, José Luis incendió toda la casa con ellos dentro, y la última imagen que tienen es la de él siendo controlado por una figura oscura que se posaba detrás y reía mientras los sucesos se precipitaban. A esta altura no sabía qué hacer ni qué sentir, mis emociones estaban congeladas, el terror, el asombro y la pena luchaban por apoderarse de mi mente, pero ninguna ganaba. Lo único que pude hacer fue mirar a los cuatro y preguntarles: “¿Qué puedo hacer por ustedes?” Angélica me miró, miró el féretro de su marido, y me dijo: “La culpable debe desaparecer para que volvamos a ser la familia que una vez fuimos, busca a Amanda Villegas”. Ese nombre me resonó terriblemente, y fui corriendo hacia el sector más abandonado, cerca de las fosas comunes, y ahí encontré la lápida de Amanda. Era una lápida famosa en este cementerio, porque estaba completamente descuidada y dañada, muchas personas venían solo para maldecirla o profanar su tumba. Tomé mi pala, comencé a excavar hasta que di con el ataúd. Al abrirlo, un humo verde invadió el lugar y un olor nauseabundo y putrefacto casi me hace perder el conocimiento. Allí estaban algunos huesos y restos de polvo de Amanda, madre de la ex pareja de José Luis. Tomé el cajón con los restos dentro, y los llevé al crematorio. Cuando las llamas tomaron contacto con ellos, unos gritos se apoderaron del lugar, eran gritos de dolor pero a su vez tenían tintes de enojo y frustración, los restos de Amanda quedaron consumidos por el fuego, por la misma arma que utilizó para que el padre de una familia respetada arruine los momentos de felicidad, y acabe con todos. Al salir del crematorio se presentó ante mí un escenario terrorífico y fantástico a la vez. A los lados del camino de los panteones, cientos de espectros me esperaban con una sonrisa dibujada en sus consumidos rostros, y al pasar frente a ellos, se desvanecían en el aire dejando una estela de luz azul tenue. Al llegar al panteón de los Duarte, allí estaban los 5, completamente agradecidos y felices, ahora sí estaban en paz. Claudio, el menor, corrió hacia mí y me dio un cálido abrazo, pese a la frialdad de su cuerpo. Lo último que recuerdo es ver a los 5 ingresando en sus ataúdes mientras mi vista se nublaba. Al otro día una de las visitantes del cementerio me despertó. Me encontró tirado en el suelo frente al panteón de la familia Duarte, completamente dormido. Me preguntó si estaba bien, me ayudó a incorporarme y se paró frente a aquel habitáculo. Comenzó a reír mientras unas lágrimas brotaban de sus ojos, por lo que me acerqué a devolverle la compañía y la ayuda. Se trataba de la hermana de Angélica, quién al secar sus lágrimas me dijo: “Esta es la primera vez que siento tanta paz en este sitio, no te conozco, pero siento un deseo irrefrenable de abrazarte”. Me abrazó poniendo sus manos exactamente en el mismo sitio en donde las había puesto el menor de la familia la noche anterior, me besó las manos y se retiró. Desde aquel episodio, todas las noches recibo agradecimientos de varias de las almas que deambulan por este lugar, la presencia de Amanda había perturbado a muchos, y sus males habían destruido muchas familias. Por suerte mi padre, que ahora me está dictando este relato para que yo lo escriba en primera persona, estaba allí, y pudo ayudar a miles de familias a conciliar su descanso. De él heredé esta profesión, así como la posibilidad de contactarme y ver a seres que ya no están en este plano físico y tangible. Este último don me es muy útil ya que puedo hablar con él todas las noches, y me permitió dejar asentado su testimonio, ya que jamás llegó a escribirlo. Su cuerpo no pudo vencer al cáncer de pulmón, y falleció 6 años atrás. Los Duarte aún recuerdan a mi padre, en cada recorrida nocturna por el cementerio, se acercan a saludarme. Esta noche iré a leerles este testimonio y a disfrutar de su cálida compañía. Ahora comprendo la dicotomía de la que hablaba mi padre. Las emociones encontradas y la calidez de aquellos abrazos helados que noche a noche recibo de los habitantes del cementerio.
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(México) El “Benjamín” del Floresmagonismo y sus relaciones políticas.
Interesante escrito histórico sobre la memoria de los anarquistas magoneros y uno de los tantxs que traicionaron el proyecto anarquista revolucionario de ese tiempo: Nicolas T. Bernal, quien en su buenismo solo ayudo a consolidar la instutucionalidad estatal y desvirtuar y malentender la ruptura anárquica. Escrito realizado por B.A.
Se acerca otro 21 de noviembre y seguramente ya se realizan los preparativos para conmemorar esta fecha desde el aparato oficial.
Ya ha comenzado el ex – CEU y vocero de la prejidenjia, Jesús Ramírez Cuevas, (responsable de la estrategia propagandística del gobierno) porque el pasado 28 de agosto, desde su cuenta twitter, hizo un comentario a manera de “homenaje” por el natalicio de Práxedis Guerrero.
Ramírez, que se reclamaba del “anarco”zapatismo (y que se presume, es nieto de un integrante del ejercito libertador del sur) hace no mucho tiempo, colaboraba con el EZLN a través de medios libres y como corresponsal de La Jornada; trabajos periodísticos de los que posteriormente se publicaron libros y documentales sobre los neo-zapatistas. Después en el 2006 se integra a la campaña electoral Pejista y funda un órgano de propaganda al que bautiza “Regeneración”, plagiando el nombre del histórico periódico magonista pretendiéndose al PEJE y su partido MORENA (en alusión también a la virgen de Guadalupe) como continuador del Floresmagonismo.1
Obviamente ya en el Poder, Ramírez Cuevas es uno de los principales responsables de las campañas anti-anarquistas, utilizando la imagen de Flores Magón, al que muestran como un periodista pacifista con el objetivo de minimizar y reprobar el antagonismo anarquista. (¿Nacho, quien es el policía?)
“Homenajeando” a Práxedis este empleaducho pejista, demuestra que sigue con la mirada puesta en el anarquismo, para demeritar las manifestaciones violentas, sin considerar que tanto Práxedis como Ricardo llamaron al alzamiento, a las armas, a la violencia.
Pero lo anterior no es nuevo, en varios momentos, algún gobierno en turno a querido montarse en la vertiente más radical de la historia de antes-durante y pos revolución mexicana, para monopolizar un discurso y llevar a cabo acciones desde el gobierno como supuesta idea revolucionaria.
Como el caso de “El mensajero del magonismo”, Nicolás T. Bernal, a quién Armando List lo llamó “el Benjamin de los magonistas”.1 Nico, no solo fue amigo de Ricardo, Ethel y compañía, sino que al finalizar la contienda, se relacionó con la basura política; tras huir de USA y llegar a México en 1921, contactó con los diputados Soto y Gama y Octavio Paz (padre del poetucho) para intervenir en un pleno de la Cámara, con el objetivo de la liberación de Ricardo y Librado pero solo “logro” obtener una pensión de apoyo, misma que ambos rechazaron, cabe destacar que tanto Librado y Ricardo asumían la consecuencia de su anarquismo, por ello no solo negaron la ayuda económica sino también la intervención del gobierno mexicano para su liberación, algo que por los hechos y escritos de estos, Nico no comprendió y por ello recurrió a medios oficiales-legales.
Pero Nico siguió insistiendo y posteriormente pidió apoyo a José Vasconcelos quién le sugirió entrevistarse con Plutarco Elías Calles y Adolfo de la Huerta, con el objetivo de liberar a los magonistas presos en USA, y además con la ayuda de dirigentes (¿?) de varios sindicatos de México se estableció una comisión para dicho objetivo, que consistió en que le otorgaran permiso para la publicación de la obra del Grupo Cultural Ricardo Flores Magón en los Talleres Gráficos de la Nación, donde terminaría laborando en lo que organizaba la documentación magonista que contenía el archivo de la SRE. Posteriormente constituyó el fondo bibliográfico y documental del magonismo en la Biblioteca lerdo de Tejada con apoyo de la secretaria de hacienda.
Nico menciona sus relaciones con los políticos en sus Memorias, y quién ofrece más detalles sobre estas relaciones es el excelente trabajo de Biografía de Ethel D. Turner, realizado por Magaly Vázquez, quien certeramente indica:
Para la política revolucionaria, el hecho de que Flores Magón fuera un declarado anarquista al tiempo de su muerte no fue impedimento para insertarlo dentro del discurso triunfalista del Estado.
En esta investigación, Magaly aporta (entre muchas cosas más) que, tras la llegada de Ethel a México en 1955, Nico fue quien la contacto con Baca Calderón, entonces senador en el gobierno del presidente Ruiz Cortines y con Salvador Azuela, entonces director del recién fundado INHERM, organismo con la política editorial del gobierno; Nico incluso le ofreció intentar lograr una pensión gubernamental para Ethel. La visita de Ethel fue para colaborar en su versión sobre los hechos de Baja California de 1911 y posteriormente en una reunión con Lázaro Cardenas en Michoacán, le ofreció financiar sus gastos para que Ethel publicara la biografía de Ricardo y el PLM, con tropiezos y “correcciones” (para que no resultara tan radical) con el gobierno michoacano, 4 años después salió a la luz el libro de Ethel.
Regresando a Nico, considero que el origen oficialista que religiosamente hacen cada 21 de noviembre año con año, en conmemoración de la muerte (asesinato) de Ricardo, fue porque además de los ex – magonistas que tuvieron cargos políticos, Nicolas Tomas Bernal, se prestó por su condición de “amigo íntimo de Ricardo” y “único sobreviviente del magonismo” para que desde el Gobierno se rindiera homenaje, desde todas esas relaciones con personajes politiqueros, actos ajenos al anarquismo y que secundó indirectamente, Enrique Flores Magón quien tuvo algunos cargos gubernamentales menores, fundo un organismo de veteranos de la revolución para recibir pensión gubernamental e incluso fue una pieza importante en la fundación del Partido Comunista Cubano en 1925, como enviado especial por el PCM para ayudar a organizar el evento y como asesor técnico.
Pero no todo queda en esto, María Garone evidencía el pleito entre Nico y Ma. Brousse, por los derechos de la obra de Ricardo:
…un intenso pleito sobre los derechos legales y literarios de sus textos (de RFM). En el mensaje de febrero de 1924 en que queda claro el origen de las publicaciones del Grupo Cultural Ricardo Flores Magón, Rivera advertía a Bernal y su Grupo que María Brousse, compañera sentimental de Ricardo había mandado una carta al Presidente Obregón pidiendo que impida la publicación y circulación, en México, de los escritos de Flores Magón. En mayo de 1923 Librado Rivera le escribe a Nicolás T. Bernal que es un disparate intentar detener la publicación de esas obras de Práxedis G. Guerrero y Ricardo Flores Magón, porque se trata de la “reproducción de artículos” que ellos difundieron en Revolución, Regeneración y Punto Rojo, proyectos editoriales que fueron sostenidos por los trabajadores para beneficio de los trabajadores.
Lo que significa que de los pocos magonistas que sobrevivieron en la posrevolución, siguieron firmes en la idea “anarcomagonista”, como Librado Rivera, Blas Lara o Fernando Palomares.
El comodismo de Nicolás con el gobierno fue tal, que en 1979 recibió una medalla de oro de parte del entonces presidente José López Portillo.
En el mismo año, Nicolás T. Bernal agradece al Gobernador de Guanajuato, Luis Humberto Ducoing Gamba, por la publicación de un libro, facsimilar de REGENERACION en 1979.
Este mismo gobernador, dos años antes, pirateo el libro Artículos de combate de Práxedis G. Guerrero de Ediciones Antorcha, pero con el título de “Vocación de Libertad” e introducción del “anarco”priista José Muñoz Cota, ambos salieron el mismo año, pero diferente mes.
Antorcha dice sobre esto:
…además de firmar como el grupo editor, nos aventamos el puntacho de enfatizar: el grupo editor no se reserva ninguna clase de derechos, leyenda con la que patentizábamos nuestra ideología ácrata. Y … sucedió lo que jamás esperábamos que sucediera: el gobierno del Estado de Guanajuato quizá se tomó al pie de la letra nuestra declaración de fe anarquista y … ¡pácatelas! se aventó un piratazo de nuestra edición. En efecto, bajo el título de Vocación de libertad, y sin hacer la menor mención de nuestro trabajo, se piratearon nuestra edición de Artículos de combate con nuestras notas y nuestra cronología.
Algunas anécdotas
En el testimonio de Antonio Escobosa -quien conoció cuando este era un niño- dice que su abuela recordaba:
Le cambiaba las sábanas, lo bañaba, le cambiaba de ropa y platicaba con él. Tenía Nicolás una sobrina, cuyo nombre no recuerdo. A ella le era —o al menos así me parecía— indiferente su tío. Iba muy de vez en cuando a verlo. Además, Nicolás tuvo un problema muy similar al de Nellie Campobello: la servidumbre abusiva. Julia se llamaba la sirvienta que luego nos enteramos maltrataba a Nico y poco a poco intentó tomar el control de la casa y de los bienes de Nicolás.1 Por fortuna, no se le hizo.” “Recuerdo, al final de sus días, cómo le obsequió una medallota a mi abuela este Nicolás, no recuerdo cuál fue, pero era meritoria por su servicio a la patria. Mi Tita, clásico de ella, se la entregó a la sobrina de Nicolás a la muerte de éste, para que no fueran a pensar que era una interesada.
Un par de compañeros, Victor García y Fernando Villanueva, fueron quienes llevaron al hospital militar a Nicolás, cuando este se puso grave y posteriormente falleció en 1987.
Carlos Beas en su ponencia durante el evento denominado “a 50 años del 68” en el local de la FAM el 29sep2018, mencionó que cuando visitó alguna vez en su casa de Av. Coyoacán a Nicolás, vio como este, utilizaba los libros del Grupo Cultural Ricardo Flores Magón como combustible para su Boiler.
Ni Dios Ni Amo NI MITOS
B. A.
Noviembre 2020
Fuentes consultadas:
DOF 8mayo1979
Nicolás T. Bernal (amistad y compromiso revolucionario) – Gilberto López Alanís – Dir. de Invs. y Fomento de Cultura Regional, Culiacán, Sinaloa – 1998
Entrevista a Nicolás T. Bernal en ediciones antorcha online: http://www.antorcha.net/biblioteca_virtual/historia/entrevista_bernal/indice.html
Artículos de Combate Práxedis G. Guerrero en ediciones antorcha online: http://www.antorcha.net/biblioteca_virtual/historia/prax/presentacion.html
Un hombre de la revolución en:
http://tlanestli.blogspot.com/2010/11/un-hombre-de-la-revolucion.html
Hemeroteca Digital Online: http://www.hndm.unam.mx
Rafael Buelna y Sus Amores en: http://www.lavozdelnorte.com.mx/2018/08/15/rafael-buelna-y-sus-amores-1908/
Nicolás Tomás Bernal Manjarrez, un hombre solidario – por Antonio Escobosa – Bicentenario de la Independencia y la Revolución – 2010
Efrén Castrejón Marín (1895-1971) en http://www.estelnegre.org/documents/castrejon/castrejon.html
Memorias Nicolás T. Bernal – CEHSMO – México 1982
Semilla Libertaria tomo 2 – Saúl Rosales – Revista Siglo Nuevo – Año 2 N° 29, 8jul2007, Coahuila
Ethel Duffy Turner: una biografía política e intelectual desde la frontera, 1885-1969. R. Margarita Vásquez Montaño. [tesis doctoral] El Colegio de México, 2019.
Los libros del apartado postal 1563: comentarios en torno de las ediciones del grupo cultural Ricardo Flores Magón – Marina Garone Gravier en:
http://www.academia.edu/11856464/Los_libros_del_apartado_postal_1563_comentarios_en_torno_de_las_ediciones_del_Grupo_Cultural_Ricardo_Flores_Mag%C3%B3n
NOTAS
1 Así se indica en la introducción de Memorias de Nicolas T. Bernal, CEHSMO 1982. México.
2 En las jornadas magonistas del 2010, un grupo de compañerxs manifestamos nuestro desacuerdo por la invitación de Ignacio Pineda a su amiguete (de tiempos de la revista trostkista La Guillotina) Ramirez Cuevas, quien sería ponente en el Foro Alicia, en el que realizamos un acto de protesta en dicho local, y debido al ruido previo de Sabotaje y Boicot a Ramirez Cuevas, este no se presentó.
En el post de la siguiente liga, en los comentarios se exponen las cuartillas distribuidas y textos leídos en el acto de protesta contra la usurpación del nombre Regeneración por Ramirez Cuevas, El Peje y su “movimiento”:
https://zapateando2.wordpress.com/2010/02/28/ricardo-flores-magon-y-amlo-personajes-antagonicos/
3 Y como perla, en esta anécdota, se habla de la SERVIDUMBRE de Nicolás, que “se aprovecha”. Preferiría que la sirvienta se hubiera quedado con todo y a esta expropiación sí que le rendiría homenaje.
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El Rincón de la Reseña: Ecos latinoamericanos en el VLAFF 2020
Reseña de la competencia Nuevos Directores, 14 de septiembre del 2020
El Vancouver Latin American Film Festival (VLAFF) es un festival que tiene como misión ser un foro de promoción y exhibición de cine latinoamericano en la ciudad de Vancouver, Canadá. Para su edición número 18, celebrada del 27 de agosto al 6 de septiembre, de manera presencial y digital, estuvo buscando escritores de cine para cubrir dos competencias en especifico: la de Nuevos Directores y la de Cortometrajes.
Decidí apuntarme para escribir acerca de la primera, cuyos visionados de los largometrajes fueron proporcionados días antes del festival, situación de la que tomé ventaja para trabajar en una nueva entrada del Rincón, al que he dejado de lado principalmente por las circunstancias de la pandemia, el confinamiento y, sobre todo, ante el cierre de cines y el atraso de estrenos selectos que, aunque ya abrieron, quizás no sea muy conveniente tomar el riesgo tan pronto.
La competencia de Nuevos Directores trajo consigo a seis realizadores emergentes que sobresalen por abordar historias personales, combinando sensibilidades e inquietudes que inmediatamente los distinguen a cada uno, así como hacer de la selección algo más uniforme y en la que hubo un poco de todo, desde historias de búsquedas, reinvenciones o, mejor dicho, reafirmaciones de identidades, relatos coming of age sobre la infancia y la adolescencia, así como historias de temáticas sociales y políticas que invitan a la apertura de nuevas perspectivas, de miradas que cuestionan, que se solidarizan y enaltecen la memoria de una región olvidada frente al imperialismo de Hollywood.
Los invito a conocer estas historias con el objetivo de seguir expandiendo nuestro panorama como espectadores críticos, constructivos y curiosos. ¡Espero lo disfruten!
Negra (México, 2020) Dir. Medhin Tewolde Serrano
A pesar de nuestra enriquecedora historia y raíces multiculturales, México es un país que, hasta el día de hoy, sigue siendo racista, tan racista que ni siquiera es capaz de reconocerlo. En las acciones que llevamos a cabo día a día, perpetuamos prejuicios, estereotipos y agresiones que evidencian un problema estructural severamente internalizado, incluído en el lenguaje: expresiones tan comunes como las son “trabajar como negro”, “me negrearon”, “la oveja negra de la familia”, “tuve un día negro” no hacen más que señalar una jerarquía de razas cuya connotación a lo negro es aquello que es visto como inferior o negativo.
De esta manera, las palabras dañan, marginan, y, para una niña afrodescendiente de siete años, la palabra negra —dicha desde una connotación de burla por sus compañeros de clase— puede cambiar su vida para siempre. Pero, ¿qué pasa cuando esta niña asume la ofensa como un ataque personal? ¿Como si algo estuviera mal con su color de piel, con su familia? ¿Qué pasa cuando esta niña crece silenciando sus emociones ante la falta de una figura que pueda guiarla en momentos de confusión y adversidad? A partir de su propia experiencia, la directora Medhin Tewolde Serrano emprende en su ópera prima documental, Negra, una búsqueda autorreflexiva y, por momentos, autobiográfica, en compañía de otras cuatro mujeres afro del sureste de México.
Al descubrir similitudes en sus historias de vida, Tewolde Serrano ofrece una oportunidad de compartir sus testimonios en un entorno seguro, pues muchas veces los propios círculos cercanos y familiares niegan sus propios rasgos identitarios, invisibilizado en el proceso una cultura y ascendencia sometida a la discriminación y xenofobia. Sin embargo, a través del dibujo, el baile, la poesía, los diferentes estilos de sus cabellos y el cine, las cinco mujeres revelan sus mecanismos de resistencia, celebrando su identidad con orgullo.
Negra es un documental que habla del racismo, sí, pero incluso catalogarlo de esta manera sería darle una lectura muy sesgada, pues también habla de la auto aceptación, al entretejer un íntimo diálogo coral que, al mismo tiempo, les permite a sus personajes no solamente asumirse y reconocerse como mujeres afrodescendientes, sino también, el poder sanar viejas heridas del pasado para construir un futuro más próspero en el que las nuevas generaciones no tengan que pasar por lo mismo que ellas; un futuro en el que la comprensión, solidaridad y empatía irradie en los corazones de sus familiares, en donde exista mayor visibilidad, reconocimiento y dignidad para los afrodescendientes y en el que también puedan atreverse y disponer de los medios para empezar a contar sus experiencias de vida y,con ello, volverse dueñas de sus propias narrativas.
Panamá (Ecuador, 2019) Dir. Javier Izquierdo
Ciudad de Panamá, 1985: dos viejos amigos, José Luis (Jorge Fegan) y Esteban (Diego Coral), se reencuentran luego de años sin verse, ocasión que aprovechan para averiguar lo que ha sido de sus vidas mientras comparten unos tragos. Hablan de los viejos tiempos, de sus profesiones, mujeres y, desde luego, de política. Lo que al principio parecía un encuentro fortuito, pronto se convierte en un choque de ideales acerca de los cambios políticos y las transformaciones sociales que están sucediendo tanto en Ecuador como América Latina, en los que además se revelan los opuestos caminos que han emprendido cada uno y que, sin embargo, también resguardan detalles importantes que podrían determinar el destino de sus vidas.
Panamá es el segundo largometraje del director ecuatoriano Javier Izquierdo, co-escrito junto con su hermano Jorge Izquierdo, así como su primera incursión en el cine de ficción. A partir de una anécdota real sobre Juan Carlos Acosta, guerrillero del grupo Vive Alfaro Carajo abatido durante el secuestro de un banquero, fue que Izquierdo decidió contar una historia en la que se conservaran elementos previos de su filmografía documental acerca de la memoria histórica de Ecuador, combinados con el relato de que el guerrillero se encontró con un viejo amigo de la adolescencia meses antes del secuestro fallido, y cuya doble vida fue descubierta tras su muerte.
La película funciona si tienes el contexto histórico o no, siguiendo la influencia del cine de Richard Linklater y en particular de la cinta, Mi cena con André (1981), de Louis Malle, pues en sus 75 minutos de duración, el guion se concentra en una serie de conversaciones entre los dos personajes principales a lo largo de una noche, siendo este un argumento que plantea las grietas de una amistad erosionada con el paso del tiempo que simboliza los dos extremos del país. De hecho, la vigencia que tienen estas conversaciones con la actualidad se ve como una decisión consciente que Izquierdo buscaba para la película, pero que ha terminado por sorprenderlo tanto a él como a sus dos actores ante el paro nacional de Ecuador y todas las protestas sociales que han ocurrido en Latinoamérica.
Siendo una producción de bajo presupuesto, rodada en blanco y negro, Panamá triunfa al poner al centro a sus dos protagónicos y dejarlos hablar, ya que las conversaciones logran mantener al espectador al margen de lo que va sucediendo en pantalla, pues con cada información que se revela, se van desarrollando los personajes mientras se desenvuelve el curso de la historia, creando de esta manera una experiencia que invita al espectador a ser parte de la conversación y, sobre todo, a cuestionar sus propias posturas sin ser nunca pesada o aburrida.
Tras haberla visto, me pregunté por todo aquel cine latinoamericano que desconocemos, ya sea por falta de acceso o de genuino interés, y con el cual estoy seguro que podríamos identificarnos, dada la cercanía geográfica y las circunstancias que nos atañen. Panamá ha abierto mis ojos ante todo un mundo de propuestas cinematográficas latinoamericanas que apuestan por trabajar en la memoria y comprender que, además de compartir historias, en manos de gente talentosa e inquieta como Javier Izquierdo, podemos aprender bastante el uno del otro y empezar a entendernos como una valiosa región de voces que merecen reconocimiento y apertura.
Pues sin apertura, no hay memoria y sin memoria no hay identidad y sin identidad no hay orgullo. Y sin orgullo seguiremos regidos por un cine gringo que lleva años imperando en nuestras pantallas, en nuestro quehacer cinematográfico y, no de menos, en nuestras culturas. El cine latinoamericano puede ayudarnos a desafiar con todo lo establecido; un cine del pueblo para el pueblo, que hable sobre nuestras necesidades, sobre nuestras más profundas heridas y que permita, en el proceso, vernos reflejados frente al mundo.
Fendas (Brasil/Francia, 2019) Dir. Carlos Segundo
Catarina (Roberta Rangel) es una solitaria investigadora de física cuántica con residencia en Río Grande del Norte, Brasil, que estudia los espacios de sonidos ocultos en las variaciones de luz. Es también la profesora de un solo estudiante en lo que parece ser una universidad abandonada desde un paro académico. Sin una vida social muy activa, Catarina reparte su tiempo entre su investigación, las clases y una rutina de silencios, de paseos individuales por los bellos paisajes de la región, en una aparente búsqueda de la que desconocemos.
El título de Fendas en portugués hace referencia a las continuas incisiones, grietas y hendiduras sonoras que su protagonista empieza identificar dentro de su investigación, escuchando frecuencias que quizás sean parte de una temporalidad inconexa a la suya, como si acaso fuera posible un acceso hacia el infinito, en donde pudiera quedar registrado un mensaje mediante la luz de una fotografía.
De igual manera, el titulo bien podría hacer una referencia a la fracturada vida de Catarina, quien parece en busca de una conexión real y profunda. No por nada, la vemos recorrer espacios amplios, entrando en encuadres que la hacen ver diminuta. Tanto la fotografía como el guion nos indican que ella es un personaje que se mueve entre lugares vacíos, bajo una rutina apagada y tranquila; en ocasiones, esta tranquilidad desaparece al momento de gritar su nombre y su correo electrónico hacia al mar, como si este, o algo mas allá afuera, fuera a responder su pedido.
Este largometraje del director Carlos Segundo es uno de trazo lento, donde la composición, el color e, indudablemente, el diseño sonoro producen la experiencia introspectiva de Catarina. A pesar de contener pocas escenas de conversaciones y diálogos, Fendas es una historia sobre la comunicación, sobre su anhelo, sobre el peso que pude llegar a tener la soledad en la búsqueda por compensar el inescapable vacío.
Cosas que no hacemos (México, 2020) Dir. Bruno Santamaría
Ambientado en lo que parece ser un idílico paraíso costero, se encuentra El Roblito, un poblado ubicado en una zona entre manglares de Nayarit, en donde los niños predominan ante la falta de adultos que salen a trabajar. El segundo largometraje documental del director, Bruno Santamaría, Cosas que no hacemos, se desarrolla sobre este escenario y cuenta la historia de uno de los adolescentes mayores que componen al elenco juvenil: Arturo, o Ñoño como le apodan, un joven que sueña con vestirse de mujer y que, de pronto, se enfrenta ante la crucial decisión del querer confesárselo a sus padres.
Siendo este un documental de observación, en el que no hay entrevistas más que breves intermedios en el que los personajes interactúan con el director y viceversa, la película es más bien un retrato sobre este poblado, así como un relato en el que la juventud es la protagonista, mientras se narra una búsqueda por la identidad en medio de un entorno marginado, represivo y violento.
En un principio, Santamaría llegó a la comunidad con miedo de los altos índices de violencia de los que le habían advertido, pero al encontrarse con un ambiente pacifico en donde los niños jugaban libremente, inició un proceso creativo-intuitivo que le daría forma al eventual largometraje, dividiendo el rodaje en ocho viajes a lo largo de 3 años. Con esto, no sólo les permitió al equipo conocer y relacionarse con quienes aparecen en la película, sino ademas aprender de ellos y, como lo fue con el caso de Ñoño, compartir experiencias que determinaron uno de los momentos claves.
La intención de grabar la transición de un joven a la madurez era algo que Santamaría ya tenía planeado, de hecho, el título del proyecto vino antes que el tener siquiera un protagonista, Es por eso que el descubrir a Ñoño resultó ser la pieza clave sobre la cual construir la narrativa, sin perder de vista al resto de los niños que habitan El Roblito y las dinámicas familiares que comparten.
Cosas que no hacemos explora desde una mirada sensible la juventud, en donde los adultos adquieren un rol secundario pero cuyo peso se sigue manifestando en la población más pequeña, quienes van desarrollando su propia visión del mundo, y en donde el crecer y asumirse como una persona homosexual sigue siendo una decisión que requiere mucha valentía. La travesía de Ñoño es admirable porque justamente quiebra con los estándares de la comunidad pero, como bien muestran los momentos finales del documental, la adultez implica otra serie de desafíos.
El Roblito se vuelve entonces en uno de los múltiples microcosmos que se encuentran a lo largo y ancho de la república mexicana, doblegados no sólo por la explotación laboral, sino también por los prejuicios más arraigados que carga nuestra conflictiva sociedad, por lo que resulta inevitable preguntarse por el destino de estos niños cuando crezcan. ¿Cumplirán sus sueños, o acaso perderán la magia y libertad que la niñez les ofrece? ¿Serán como sus padres o podrán finalmente revertir este desafortunado ciclo? ¿Serán igual de valientes que Ñoño ante el rostro de la adversidad o preferirán guardar el silencio sobre aquellas cosas que no hacemos?
La Frontera (Colombia, 2020) Dir. David David
Una frontera se define por los límites que separa, por ser un punto de encuentro entre dos polos. Dejando a un lado la división territorial o política, podemos decir que todos llevamos fronteras dentro; límites que en algunos casos reconocemos, pero que no siempre nos atrevemos a cruzar, límites que nos dan una falsa sensación de seguridad, que determinan nuestro comportamiento y experiencia de vida. Cruzarlos implica romper con la zona de confort, es saberse nuevo e inexperto ante una situación precipitada.
Bajo esta premisa parte el conflicto de La Frontera, ópera prima del director barranquillero David David, quien concibió el proyecto luego de regresar de un viaje de estudios en España y reajustarse a la vida en Colombia. Partiendo de la otredad como su lienzo, David se atreve a rozar y resquebrajar estas mismas barreras con el fin de sacudir la vida de sus personajes y, al mismo tiempo, desafiar las expectativas del publico. Damos esto por sentado cuando analizamos la primera escena de la película, que sigue el punto de vista de una pareja desde dentro de su coche, siendo repentinamente asaltada por dos individuos y una mujer, a quien más adelante identificamos como la protagonista de este relato.
De una manera muy efectiva, este arranque permite atrapar nuestra atención de manera inmediata y, acto seguido, el guion, también escrito por David, pasa a ignorar la vida de los afectados para concentrarse en aquellos que perpetuaron el siniestro: Diana (Daylín Vega Moreno), una mujer wayuu embarazada, su esposo y su hermano, quienes viven cerca de la frontera entre Colombia y Venezuela, sobreviviendo a muy duras penas con lo poco que tienen mientras asaltan a quienes pasen por su camino. Sin embargo, ante el imprevisto cierre de la frontera, ocurre un trágico acontecimiento que deja a Diana sola y, al tener que depender por sí misma, se enfrenta a toda clase de peligros: desde las carencias de la vida rural hasta la amenaza de intrusos y hombres abusivos.
Por si no fuera suficiente, esto la obliga a confrontarse con lo inesperado: el refugiar a dos desconocidos, el sospechoso Miguel (Alejandro Aguilar), quien cae herido y es perseguido por las autoridades, y la venezolana de lengua suelta, Chalis (Sheila Monterola), quien muy a penas libró un intento de abuso en su paso para ver a su hijo. Confrontar las diferentes realidades, circunstancias y dificultades de cada uno le permite a Diana repensar todo lo que sabe y ha conocido, así como crear nuevos lazos que puedan serle de ayuda para lidiar con su propio embarazo, cuyo parto parece inminente.
En La Frontera, la vida es un constante acto de resistir y resiliencia, no es algo exista por libre cuenta o que pueda darse por sentado. David encapsula con sus tres personajes historias de supervivencia y migración en un contexto de desigualdad y rezago social que engloba un panorama mucho más diverso sobre toda América Latina y las estructuras a las que estamos sometidos, barreras que segregan, que condicionan, que causan abandono e imposibilitan el bienestar de los grupos más vulnerables.
Reconocer que todos somos parte de estas poderosas estructuras, invisibles en apariencia, permite ejercer un valioso diálogo que dispute nuestras convicciones y ponerlas en contexto con lo que estamos viviendo. A través del cine podemos ejercer nuestra propia empatía y ser transportados a lugares que escapan de nuestra imaginación, que traspasan los limites geográficos y que aun así conectan con nuestras vivencias locales. La Frontera es uno de esos esfuerzos en los que su director busca sumarse a la conversación de temas tan relevantes a nivel social y político, confrontando la polarización de su país de origen y, en el proceso, invitar al espectador a abrir sus propios horizontes.
La Casa de los Conejos (Argentina, 2020) Dir. Valeria Selinger
Basada en la novela homónima que revive la experiencia de la autora Laura Alcoba durante la dictadura cívico-militar argentina de los setentas, La Casa de los Conejos es el primer largometraje de Valeria Selinger, directora argentina radicada en Francia, cuya trayectoria se limitaba al terreno del documental. En él, tenemos como protagonista a Laura (Mora Iramain Garcia), una niña que pasa a vivir con su madre fugitiva y otros activistas en la clandestinidad de una casa, cuya supuesta fachada es la de un criadero de conejos, pero que en realidad funge como centro de operaciones de la imprenta, Evita Montonera, revista de la oposición.
Construida a partir de la mirada de una niña, un elemento indispensable para la directora que retoma de la novela, exploramos la perspectiva de Laura en un ambiente adverso y frágil, en donde la infancia no puede florecer ni desarrollarse en las condiciones óptimas. En medio de tensiones, armas y nuevos planes del movimiento, los adultos le proponen a Laura guardar su verdadera identidad como un secreto, como un juego, sin embargo, llevar a cabo una doble vida no es fácil, mucho menos lo es asegurar su crecimiento con plenitud.
La imagen de los conejos encerrados desde sus jaulas, al yuxtaponerse con la situación que impregna a sus personajes y, el que buena parte del guion se sitúa dentro de la casa, se vuelve un símbolo ineludiblemente trágico que cobra fuerza rumbo al final de la película.
La Casa de los Conejos sobresale por poner a prueba las precarias circunstancias que rodean la vida frente a la dictadura, en donde guardar silencio se vuelve una cuestión de vida o muerte y una enorme responsabilidad en las manos de una niña que, a final de cuentas, representa las experiencias de miles de personas que sufrieron de este periodo en su juventud; una herida que parece imposible de suturar para la población argentina y sus millones de desaparecidos, pero que esfuerzos cinematográficos de este calibre puedan ofrecer desde una catarsis, hasta un emotivo diálogo con las nuevas generaciones para mantener viva su memoria.
Por último...
Si este texto ha despertado tu interés por el festival y las actividades que hicieron, o si deseas saber un poco más de estos seis largometrajes, recomiendo que visites las redes sociales del festival pues estuvieron transmitiendo sesiones de preguntas y respuestas con los cineastas y el jurado desde su cuenta de Facebook,
El jurado determinó al documental mexicano, Cosas que no hacemos, como el ganador de la competencia Nuevos Directores, con una mención especial para Fendas, que, por cierto, tienes hasta el 25 de septiembre para participar en la convocatoria Residencia de Cortometraje Documental Independiente - Otoño 2020 de parte de Cuorum, Festival de Cine de Diversidad Sexual y Vanguardia, que impartirá el director Bruno Santamaría a los que estén interesados en aprender y desarrollar sus habilidades en conjunto con profesionales del cine. Les comparto el enlace de la convocatoria: https://cuorum.com.mx/2020/08/07/convocatoria-abierta-residencia-de-desarrollo-de-cortometraje-documental-otono-2020/
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Salir a la luz
En sólo 72 minutos, Foto Estudio Luisita (Sol Miraglia, Hugo Manso, 2018) relata dos historias que conmueven con profundidad. En primer lugar, y esta es su intención manifiesta, el film devela al gran público la figura de Luisa Escarria, fotógrafa colombiana que llegó al país a finales de los 50's y fundó junto a sus hermanas el que resultaría el principal estudio de fotografía para las figuras más populares de Argentina entre los años 60′s y 80's. Atahualpa Yupanqui, Tita Merello, Susana Giménez, Moria Casán, José Marrone, Luis Sandrini, Olmedo y Porcel, Amelita Vargas y un sinfín de personajes públicos desfilaron por este pequeño recinto/hogar ubicado sobre la Avenida Corrientes y en el que todavía viven Luisa, Graciela, Rosa, sus mascotas y decenas de miles de fotos y negativos que inmortalizan los tiempos dorados del género revisteril porteño.
Si darle un reconocimiento más que merecido a estas mujeres, su trabajo y archivo ya representa una idea para celebrar, la forma en que los realizadores eligen contar el relato potencia el acercamiento entre los espectadores y las protagonistas al mostrarlas inmersas en diferentes situaciones de su vida cotidiana. Festejos de cumpleaños, conversaciones telefónicas, reuniones con amigas, nos permiten apreciar la calidez y sencillez de estas artistas cuyas obras colmaron durante décadas las marquesinas y carteleras de los teatros más importantes de la ciudad.
Esta narración que entremezcla datos históricos del estudio con las vivencias actuales de sus fundadoras va cimentando un efecto nostálgico genuino que se percibe naturalmente, sin aditivos ni golpes bajos. En este sentido, la escena en la que Luisa y Graciela vuelven a entrar al Teatro Maipo después de muchos años permite sentir, casi sin palabras, algo tan etéreo como el paso del tiempo, la añoranza del pasado y lo reconfortante que resulta para ellas ser reconocidas. "Es volver a vivir", dice con emoción serena una de la hermanas en el transcurso del metraje.
Esta serenidad de Luisa y sus hermanas envuelve todo el documental y nunca dejan de sorprender su humildad y simpleza. En tiempos actuales donde la mayoría de los fotógrafos son también estrellas y donde la tecnología tiene un rol preponderante en la terminación de las obras, Foto Estudio Luisita se erige como un tratado de modestia, mesura y artesanía.
Pero hay otra historia conmovedora en el film además de la de las hermanas Escarria y esa es la de la propia directora con sus protagonistas. Miraglia descubrió a Luisita por casualidad mientras trabajaba en un servicio técnico de cámaras y desde allí inició un vínculo afectivo con las hermanas, quienes la adoptaron como a una nieta y la hicieron formar parte del Estudio (de hecho ella y el codirector Manso se están encargando de digitalizar las miles de fotografías disponibles y de conservar en mejores condiciones el archivo innumerable). Esta relación de amor, respeto y admiración mutua es parte fundamental del encanto de la película en tanto posibilita los testimonios sinceros, naturales, graciosos y relajados de sus figuras. Un trabajo doblemente emotivo: por la justa trascendencia que le da a estas entrañables hacedoras de nuestra cultura popular que estaban eclipsadas, y por la genuinidad de un vínculo humano que, si bien forma parte del film, se percibe que trasciende los fines artísticos.
*Pueden ver “Foto Estudio Luisita” hasta el 27/03 a las 19hs. en la Sala Leopoldo Lugones del Teatro San Martín. La proyección se complementa con una muestra de fotos del Estudio en la Fotogalería del teatro.
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Por Gabriel Yurdurukian.
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Sus años dorados (Emilio Martínez-Lázaro, 1980)
Al igual que el último Godard, Sauve qui peut (la vie), el segundo largo de Emilio Martínez-Lázaro es un film en bruto, que prescinde de introducciones y explicaciones y carece de un protagonista que sirva de hilo conductor, posiblemente porque no hay más trama que la que tejen cada día el paso del tiempo, una realidad circundante opresiva o poco estimulante y el ir y venir —a menudo Inútil, siempre azaroso y sin rumbo definido— de los seres, bastante numerosos y de importancia equivalente, que pueblan la película con su malestar, su soledad, su resignación, su desgana... que, más que vivir, sobreviven, y no porque hayan de enfrentarse a pruebas terribles —sino más bien sórdidas y prolongadas, cuando no permanentes— ni a grandes enemigos: aquí el papel de villano lo desempeña —como advirtió ya hace tiempo el olvidado teólogo autodidacta alemán Immanuel Faust Seemann— la mismísima realidad, una realidad ciertamente inhóspita, frustrante e irrespirable, capaz de derrotar con facilidad a cualquiera que no tenga los necesarios arrestos.
Sus años dorados pinta un cuadro —mitad mosaico y mitad radiografía— sencillamente desolador. Sin ceder nunca al melodrama, sin lamentarse, eludiendo el panfleto, pero sin conformarse tampoco con aplastar la nariz contra el frío cristal del naturalismo —tantas veces deformante, a menudo amplificador, más traslúcido que transparente—, Emilio Martínez-Lázaro sigue la pista del comprensible desaliento de muchos que ahora son jóvenes y tienen que ir envejeciendo en este país de todos los demonios. Resulta que, aunque algunas cosas han cambiado —forzoso es admitirlo— para bien, éste sigue siendo un lugar solitario y difícilmente habitable: el trabajo —que no es ninguna bendición— escasea, el que puede lograrse rara vez es interesante; el enemigo se ha desdibujado, los ideales se han resquebrajado ni siquiera se ha hecho la mínima limpieza indispensable. Pero Sus años dorados no dice nada de esto, ni falta que hace; no ofrece siquiera el desahogo de la rabia, ni el consuelo del apocalipsis; es más bien un acta —esperemos que no de defunción—, quizá un diagnóstico precoz de los males enquistados o en incubación que aquejan a una sociedad enferma o, en el mejor de los casos, convaleciente, con la palidez macilenta y la debilidad de quien lleva cuarenta años de postración o presidio. No trato de matar moscas a cañonazos, ni pretendo acomplejar al personal —suponiendo, y sería mucho optimismo, que tal referencia diga todavía algo a alguien—, pero no había visto nada tan impresionante desde Germania, anno zero (1947) de Rossellini: la misma impasibilidad, idéntica falta de asideros —pues Luis (José Pedro Carrión), tal vez el personaje que más tiempo está en pantalla, excluye toda identificación— y de soluciones ilusas o prefabricadas, pero también, al mismo tiempo, un semejante rechazo del pesimismo, de la misantropía y de la queja, ya que los individuos que Martínez-Lázaro muestra —nos invita a acompañar y contemplar— merecen nuestra atención y son perfectamente comprensibles, se trate de jóvenes —Luis, María, Lola (Mireia Ros), Miguel, Carmen (Marisa Paredes)— desplazados o de hombres ya mayores —Fermín (Luis Politti), los encarnados por Agustín González, Eduardo Calvo, Antonio Gamero, Walter Vidarte, Roberto Camardiel y Francisco Merino— automarginados de la sociedad, precisamente porque no son «casos» ni «representan» grupos o sectores de la población. Sin ser un documental, Sus años dorados es un documento auténtico y veraz —casi sin proponérselo, desde luego sin proclamarlo— acerca de una parte muy concreta del Madrid de 1980; porque, si es un testimonio, lo es como «de pasada», por añadidura, y gracias a un tono que no debe calificarse de «frío», sino de cool —en el sentido en que se aplica este adjetivo a cierto tipo de jazz: pienso en el Oliver Nelson de Night Lights, en McCoy Tyner, Manny Albam o Johnny Hodges—, a una estructura sin esqueleto visible, que deja sitio al azar de los encuentros y de los desencuentros, que evita la oscuridad arbitraria sin inyectar dramatismo —si el film durase 4 horas, haría pensar en Out 1: Spectre (1972) de Rivette; con sus 95 minutos, lo asocio un poco con las Cuatro noches de un soñador (1971) de Bresson—, sino dejando que la tensión surja como por sí sola, bruscamente, en la penúltima secuencia, para luego negarse (y negarnos) toda fácil catarsis, todo asomo de esperanza: la vida, pese a todo, continúa... y nada se ha resuelto.
Esta película, que en realidad no se parece a ninguna otra que yo conozca, española o extranjera, me produce —más allá de algún que otro defecto sin importancia— una impresión sólo comparable a la que en su momento me hicieron El desencanto (1975) y A un dios desconocido (1977) de Jaime Chávarri, por un lado, y —más lógicamente— el infravalorado primer film del propio Martínez-Lázaro, Las palabras de Max (1977), del que aplica con plena libertad los hallazgos de dirección de actores y emplazamiento frente a ellos de la cámara que determinan su originalísima concepción de las escenas y de los personajes, presentados siempre de forma apartidaria pero responsable, sin pasar por alto ni ocultarnos sus limitaciones, y también sin buscarles excusas. Así observamos —sin necesidad de que nos lo digan— la absoluta falta de volición de María (Patricia Adriani, en su mejor actuación hasta la fecha), que nunca hace lo que quiere o desea, sino que hace las cosas por «pasar el rato», porque no tenía nada mejor que hacer, porque no sabe decir que no, porque alguien se lo pide y a ella le da igual («si quieres...»), porque «¿por qué no?»; lo hace, además, con desgana, fatalismo e indiferencia… y, sin embargo, hay en ella una reserva de vitalidad, una falta de inhibiciones, que en otras circunstancias... y es generosa, en cierto sentido, y capaz de sentir simpatía, aunque nada parece emocionarla de verdad, ni lo bastante importante como para tratar de ponerle remedio, evitarlo o conseguirlo; las personas —algunas— le «caen bien» o le hacen gracia, instintivamente, sin preguntarse por qué. Luis es también —aparte de algo atravesado, poco expresivo y simpático, y todavía menos animoso— muy pasivo («si mantengo mi oferta el tiempo suficiente, te acostarás conmigo...»); se sienta a esperar, sin mucha esperanza, y cuando corre —y pocas veces lo hace— llega tarde o no sirve para nada —como el asesinato de Miguel (Pep Munné) en el Retiro, después de una manifestación, al que asiste impotente e incrédulo—; se arrepiente sin rectificar; ni siquiera sabe irse, siempre le echan (de su casa, del trabajo que le ha conseguido Fermín). Lo mismo podría decirse de los restantes personajes, todos inteligibles y explicables a partir de su conducta, presentada con rara objetividad por Emilio Martínez-Lázaro, que mantiene en todo momento un difícil y flexible equilibrio entre la proximidad y la distancia que desemboca en una realidad cinematográfica no pre-interpretada, tan opaca y compleja como la vida, tan intrigante y llena de matices, de «sí, pero...», de «por un lado..., pero por otro...»; por eso Sus años dorados es una película de retórica pero auténticamente dialéctica, que se niega a moralizar, a dar consejos, a censurar, o a escandalizar, lo que la hace, creo yo, irreductible e inmanipulable desde cualquier posición interesada o utilitaria. Recurriendo, por una vez, al manoseado léxico marxista —habida cuenta de que no hallo otra palabra tan expresiva—, podría decirse que Sus años dorados muestra lo que es la alienación.
Miguel Marías
Revista “Dirigido por” nº 79, enero-1981
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Este texto es un fragmento de un artículo que el autor publicará en inglés en un volumen titulado Routledge Handbook of Latin American Literary Translation Studies, coordinado por Denise Kripper y Delfina Cabrera. A su vez, reconstrucciones preliminares pero más extensas de esta historia fueron publicadas en los libros El traductor del Ulises (2016) y Santiago Rueda: Edición, vanguardia e intuición (2019).
Historia (algo hipotética) de una traducción
Lucas Petersen
Para cuando José Salas Subirat se acercó a Ulises, a fines de la década de 1930, el libro todavía mantenía el carácter incógnito que le daba la falta de traducción. En los años transcurridos, apenas cortos pasajes habían sido volcados al castellano en revistas americanas y españolas. El más famoso de esos intentos pioneros fue una traducción del tramo final del soliloquio de Molly Bloom que publicó Jorge Luis Borges en enero de 1925. El fragmento está volcado al castellano coloquial del Río de la Plata y borra adrede toda referencia al contexto dublinés, en lo que parece más un ejercicio personal de traducción que un intento por comunicar con James Joyce a los lectores de la revista Proa, donde se publicó (Borges 1925: 8-9).
La edición española que Joyce y Beach esperaban que se concretara pronto no se produjo. Hubo algunos intentos por obtener los derechos y traducir Ulises, pero ninguno llegó a buen puerto. En varios de ellos estuvo involucrado el propio Borges (Medina Casado 2009; Petit de Murat 1980; Saer 2004), que incluso llegó a formar parte de una misteriosa comisión que se reunía para analizar la obra. Borges se refirió a ella en un diálogo con un periodista brasileño en 1977: “Me acuerdo que en torno a los años 40 querían hacer una traducción de Ulises. Para eso crearon una comisión. Infelizmente o felizmente, Salas Subirat tradujo el libro antes y acabó con aquel martirio de reuniones sin fin” (Beuttenmüller 2003). Según el relato de Ulyses Petit de Murat, las reuniones se interrumpieron cuando les informaron desde Europa que ya habían otorgado los derechos. Quien los había contratado era un pequeño editor, Santiago Rueda, que se convertirá en uno de los nombres más emblemáticos de la llamada “época de oro” de la edición argentina.
La guerra civil española (1936-1939) había sumido a la industria editorial peninsular en una crisis de dimensiones tales que ya no pudo atender el mercado latinoamericano. Ante esa oportunidad, las casas editoriales argentinas —por entonces, las mejor preparadas del continente— reorientaron gran parte de su actividad a la cobertura de ese mercado. En ese proceso, también aparecieron nuevos sellos que, en algunos casos, terminaron convirtiéndose en las editoriales más innovadoras que tuvo el país en su historia. Las tres más emblemáticas, Sudamericana, Emecé y Losada, fueron creadas en aquellos días, entre 1938 y 1939. Un rasgo característico de estas empresas nuevas fue su activa política de traducción, que abrió al público hispanohablante una cuantiosa porción de la literatura que había renovado las letras occidentales en el primer tercio del siglo (ver Sagastizábal 1995, Willson 2004, De Diego 2006, Larraz 2015, Giuliani 2018).
Entre aquellos sellos, logró ganar un lugar de importancia Santiago Rueda (1905-1968), un editor que, con una formación limitada pero con audacia, una intuición muy desarrollada e indudable sentido de la oportunidad, entregó por primera vez al castellano algunas de las obras fundamentales de la nueva literatura europea y estadounidense (Petersen 2019). Rueda no solo publicará la primera edición en castellano de Ulises. También culminará las traducciones de En busca del tiempo perdido de Marcel Proust y las Obras completas de Sigmund Freud que habían quedado truncas en España, presentará las primeras versiones de algunas obras capitales del nuevo realismo estadounidense (Dos Passos, Hemingway, Faulkner, Steinbeck, Anderson, Caldwell, Lewis, etcétera), introducirá al castellano las obras fundamentales de Søren Kierkegaard, publicará las más exitosas novelas de Hermann Hesse, hará una profusa edición de títulos de D. H. Lawrence y Jakob Wassermann y editará por primera vez en el espacio hispánico a Henry Miller, incluyendo Trópico de Cáncer, Primavera Negra, Trópico de Capricornio y la trilogía La crucifixión rosada.
Rueda nunca dejó de ser una editorial pequeña, casi artesanal. Durante su época de mayor impacto, entre 1940 y 1960, su personal se conformaba apenas con el propio Santiago Rueda, su asesor literario de medio tiempo Max Dickmann, un despachante, un hermano de Rueda que conducía un camión de reparto y tres vendedores a comisión. El resto de la cadena –traductores, correctores, ilustradores (poco habituales), diagramadores, imprenta– no eran personal de la empresa. Rueda aplicaba una política dispar, incluso desordenada, de traducción.
Patricia Willson desarrolla en “Página impar: el lugar del traductor en el auge de la industria cultural” (2004) de qué modo, en aquel período, se fueron imponiendo nuevas modalidades de publicación de literatura extranjera, en las que se contrataba a escritores o traductores reconocidos para, a la vez de valorizar el lugar de la traducción, prestigiar en simultáneo los criterios de la propia editorial. En esta línea, Rueda recurrió a traductores y traductoras que tenían mucha presencia en el campo, priorizó las traducciones desde la lengua original (hasta los años 30, era común valerse de la versión francesa o, a lo sumo, inglesa de literatura en otras lenguas) y siguió la tendencia que marca Willson de ubicar el nombre del traductor en la página impar, debajo del de la autora o el autor.
Pero, a su vez, se observa en Rueda la utilización de criterios más tradicionales y menos sofisticados de reclutamiento: el recurso a personas que podían acreditar un manejo mínimamente solvente de la lengua fuente, aunque no tuvieran demasiada experiencia en la práctica de traducción. O, al menos, no a la altura de algunos de los desafíos que afrontaban. Esta mecánica se hace especialmente evidente en las obras más extensas y complejas, como ocurre con José Salas Subirat en Ulises, Marcelo Menasché en En busca del tiempo perdido o Ludovico Rosenthal en la culminación de las Obras completas de Freud. Presumiblemente, esta metodología permitía a Rueda afrontar sin mayores costos libros cuya complejidad podía dificultar el proceso, sea porque lo encarecían o porque los traductores con experiencia podían estar menos dispuestos a poner su capital simbólico en juego en apuestas tan arriesgadas.
La obtención de los derechos de Ulises por parte de Santiago Rueda se corresponde con esa misma audacia, que lo llevaba a capturar obras de renombre mundial –en muchos casos, que se habían visto envueltas en escándalos– que editoriales más importantes no se animaban o no lograban fichar.
Poco antes de su publicación, Santiago Rueda explicó las dificultades que la contratación de Ulises le había acarreado. Primero, los reparos que expresaban los representantes de Joyce, que querían contar con una “garantía literaria” en materia de traducción. Dado que su asesor, Max Dickmann, había traducido y prologado a varios autores estadounidenses y británicos, se ofreció su nombre como aval, lo que fue aceptado. Se suponía que Dickmann actuaría como director de un “cuerpo de traductores”. No obstante, cuando hubo que pasar a los hechos, las dificultades se acrecentaron. Confesó el editor: “Solo yo sé de cuántas pruebas, conversaciones, estudios y hasta fracasos significó poder encontrar en Buenos Aires tres o cuatro personas que, aparte de conocer la obra de Joyce, pudieran consagrarse con la voluntad, la fe y el entusiasmo necesarios para verter al castellano las setecientas y pico de páginas maestras del Ulises” (Rueda 1945: 29). La situación se destrabó por un golpe de suerte.
En paralelo a todo ese proceso, a fines de los 30 o comienzos de los 40, Salas Subirat había fracasado al intentar leer la obra de Joyce en inglés. Si bien era habitual que leyera en ese idioma (y también en otros), sin dudas la complejidad de la obra en todo nivel, le hizo imposible desentrañar su sentido. Sin embargo, en lugar de renunciar a la novela, Salas hizo lo imprevisto: la empezó a traducir solo con la intención de comprenderla. “Traducir es el modo más atento de leer, y en realidad el deseo de leer atentamente es el responsable de la presente versión”, afirmó en su nota introductoria a la primera edición (Salas Subirat 1945: IX).
Continúa el testimonio de Rueda: “Por ese entonces, un común amigo me hizo conocer a un hombre que resultó providencial en esta obra en que estaba empeñado”. Al saber que Salas Subirat “a manera de ejercicio espiritual, había traducido, para mejor comprensión propia, muchas páginas del Ulises”, Rueda se las entregó a Max Dickmann para que la examinara. Éste aprobó el trabajo y decidieron completar y publicar la obra (Rueda 1945: 30).
Salas Subirat era un completo extraño en los medios traductores. Para más escándalo, cuando se editó Ulises, sus únicas traducciones publicadas en libro habían sido un puñado de obras infantiles sobre músicos clásicos realizadas para la popular editorial Anaconda entre 1940 y 1943. Como si ello fuera poco, entre 1940 y 1945, mientras trabajaba en la obra de Joyce, no solo publicó esas pequeñas traducciones: también dio a la imprenta seis obras de su autoría de muy diverso tipo, desde manuales de seguros y “superación personal” hasta volúmenes de poemas o de relatos, y hay indicios de que tenía avanzadas al menos tres obras más. Aun considerando que parte de esos libros pudieron ser escritos con anterioridad, la serie resulta inverosímil para un empleado que trabajaba 8 horas diarias y tenía una familia y una casa en los suburbios. De hecho, buena parte de la lectura y traducción de Ulises la realizó a bordo del tren que lo llevaba hacia la ciudad, para lo cual descosió el volumen de casi 800 páginas editado por The Modern Library para transformar los cuadernillos en pequeños fascículos transportables.
Seguramente por todo ello, cuando en septiembre de 1945 Ulises gane la calle e informe que se publicó “bajo la supervisión de Max Dickmann”, la alusión al asesor de Rueda no responderá solo a que así se habían comprometido con los agentes de Joyce. Dickmann era un sello de validación para una obra realizada por alguien sin antecedentes serios en el rubro y una actividad literaria despareja y demasiado activa para la dificultad de la tarea.
Como cabía prever de un traductor aficionado frente a semejante tarea, la obra de Salas Subirat resultó irregular. En El traductor del Ulises (Petersen, 2016), además construir su biografía, tratamos de hacer una lectura detenida de las dos versiones de la obra (hubo una revisión en 1952), cotejándola además con diversos recursos en los que el traductor informa sobre sus métodos de trabajo y con las anotaciones al margen del ejemplar en inglés con el que trabajó. A partir de ese análisis, y del hallazgo reciente de un artículo escrito por Salas Subirat en el periódico Contrapunto que entonces solo habíamos podido consultar por una tercera fuente, nos permitimos trazar una hipótesis acerca de cómo encaró la tarea.
En Contrapunto, el traductor expone su idea de la traducción:
para traducir es necesario cumplir dos etapas. La primera consiste en lo que corrientemente se entiende por traducir: dar el significado de lo que dice el original en otro idioma. La segunda etapa impone escribir y adecentar lo que se ha traducido. Tal cosa no puede cumplirse de una sola vez (por lo menos yo nunca he podido hacerlo); porque, al dar el primer paso, la lengua en que está escrito el original lo tironea a uno y le hace poner cosas que son de una fidelidad espeluznante. (Salas Subirat 1945, junio: 12; los destacados son propios).
En Ulises, continúa Salas, “la dificultad mayor se presenta en la primera etapa, durante la cual debe desentrañarse el sentido del original. Esto equivale a decir que Ulises es un libro de ardua lectura en inglés”. El artículo está acompañado por dos imágenes de sus manuscritos hoy inhallables. Corresponden a pasajes de los episodios 13 (Nausicaa) y 14 (Oxen of the sun). Allí se puede ver un texto mecanografiado que contiene, entre paréntesis, opciones alternativas de traducción de ciertas palabras. Por ejemplo: “una petición (solicitud, ruego, por request)”. Esa traducción mecanografiada debe corresponder a la primera etapa, aquella de dar el significado. En ambas imágenes, se observan sobre la línea mecanografiada correcciones manuscritas, que en muchos casos llegan a verdaderas reescrituras, lo que correspondería a la segunda etapa, la de escribir y adecentar lo que se ha traducido.
Esta distinción tan tajante, algo candorosa y, por qué no, imprudente entre las dos etapas, como si el significado y la escritura estuvieran en planos diferenciables, no parecería en principio la plataforma más virtuosa para basar el trabajo. Varios años después, Salas Subirat irá un poco más allá en la explicación de su idea de la traducción:
Es preciso reconocer que las traducciones no pueden cumplir más oficio que el de información. Y no existe información –testimonio– que pueda valer por la vivencia directa. La vanidad contenida en el traductor sólo puede ser neutralizada con ese reconocimiento de que se oficia en calidad de informante. El texto original no puede ser reemplazado totalmente. La versión puede ser mejor o peor que el original, pero nunca exacta. Es por esa razón que suele aconsejarse ir al original; pero este consejo tiene un sentido limitado por el conocimiento del idioma extraño que tenga cada lector. Si ese saber, de parte del lector, es insuficiente, una traducción tan sólo decente será siempre más útil que el original indescifrable. (Salas Subirat septiembre-octubre 1954: 95-96)
En definitiva, el traductor no debe aspirar más que a ser un “informante” de una obra. Hacerlo sin vanidad, sin pretender lo imposible, considerando que lo máximo que puede dar a su lector, que no forma parte del “número reducidísimo de personas ungidas de poliglotía”, es un conocimiento veraz, pero de segunda mano de la obra. Si se articula esta posición con la idea que sostenía en el artículo de 1945, se podría concluir que aquello que Salas entendía como “escribir y adecentar lo que se ha traducido” no era otra cosa que dar ese testimonio, es decir, una operación más vinculada con la verdad que con el mero ornamento.
Referencias:
- Beuttenmüller, A. (2003, 12 de marzo) “Segundo encontro con Borges,” [en línea] Digestivo Cultural, https://www.digestivocultural.com/ensaios/ensaio.asp?codigo=51&titulo=Segundo_encontro_com_Borges
- Borges, J. L. (1925, enero) “El ‘Ulises’ de Joyce,” Proa (segunda época), 2(6).
- De Diego, J. L. (dir.) (2006) Editores y políticas editoriales en Argentina, 1880-2000, Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica.
- Giuliani, A. (2018) Editores y política: Entre el mercado latinoamericano de libros y el primer peronismo (1938-1955), Temperley: Tren en Movimiento.
- Larranz, F. (2015) “1938, año cero de la ‘Edad de oro de la edición argentina’. Política y cultura en la gestación de las editoriales Losada y Sudamericana,” en Jornadas sobre la Historia de las Políticas Editoriales en la Argentina, Buenos Aires, Museo del Libro y de la Lengua, 2 y 3 de julio.
- Medina Casado, C. (2009) “Spanish translations of Ulysses. A teaching approach,” en M. L. Suárez Castiñeira, A. Altuna García de Salazar y O. Fernández Vicente (eds.) New perspectives on James Joyce: Ignatius Loyola, make haste to help me. Bilbao: Universidad de Deusto.
- Petersen, L. (2016) El traductor del Ulises: Salas Subirat, Buenos Aires: Sudamericana.
- Petersen, L. (2019) Santiago Rueda: edición, vanguardia e intuición, Temperley: Tren en Movimiento.
- Petit de Murat, U.(1980) Borges Buenos Aires, Buenos Aires: Municipalidad de Buenos Aires.
- Rueda, S. (1945, marzo) “Acerca del Ulises de James Joyce,” Gaceta del Libro, 1, pp. 29-30.
- Saer, J. J. (2004, 11 de junio) “El destino en español del Ulises,” El País, s/d, recuperado de: https://elpais.com/diario/2004/06/12/babelia/1086997822_850215.html.
- Sagastizábal, L. de (1995) La edición de libros en la Argentina: una empresa de cultura, Buenos Aires: Eudeba.
- Salas Subirat, J. (1945) “Nota del traductor,” en J. Joyce, Ulises,Buenos Aires: Santiago Rueda.
- Salas Subirat, J. (1945, junio) “Apuntes con motivo de la traducción de Ulises,” Contrapunto(4), p. 12.
- Salas Subirat, J. (1954, septiembre-octubre) “La obra poética de James Joyce,” Davar(54).
- Willson, P. (2004) “Página impar: el lugar del traductor en el auge de la industria cultural,” en N. Jitrik (dir.), Historia crítica de la literatura, 9, Buenos Aires: Emecé, pp. 123-142.
- Willson, P. (2004) La constelación del Sur. Traductores y traducciones en la literatura argentina del siglo XX, Buenos Aires: Siglo Veintiuno Editores.
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Última entrevista a Martín Adán
Por Delia Sánchez Pisco.
Año 1985.
Dar testimonio de la lucha constante entre el poeta Martin Adán y su sombra: Rafael de la Fuente Benavides, dos seres antagónicos que compartían un mismo cuerpo pero no el alma, no es tarea fácil cuando los demás no saben ni han sido testigos de ese conflicto.
En las muchas entrevistas que mantuve con Rafael de la Fuente Benavides y pese a que nuestra amistad parecía tener raíces ya profundas, él defendió indesmayablemente la privacidad de ambos:
-No trates de robarme mi agonía.
-¿A qué agonía se refiere, don Rafael?
-Nadie comprende lo que es llevar a cuestas a un excéntrico poeta bohemio, que pretende exclusivamente paz y soledad y que a la vez tiene dentro de si a un hombre deseoso de que los demás se percaten de que Rafael de la Fuente es un ser humano tan igual que otro y gusta de la compañía.
-Sin embargo, usted se niega a recibir visitas, ¿por qué?
-Todos vienen en busca de Martin Adán, a nadie le interesa conocer a Rafael de la Fuente Benavides.
-¿Por qué no facilita las cosas para que la gente conozca a ambos?
-No. Todos vendrían solo con el propósito de comprobar si es cierto lo que dice tal o cuál periódico. Además, a Martín Adán pueden escudriñarlo cuanto quieran a través de sus obras. A Rafael de la Fuente, ¡no!.....Le hacen daño.
-¿Quiénes le hacen daño?
-Mis experiencias con los periodistas no han sido muy agradables. Sus fantasías son más grandes que las mías y lastiman a seres que sufren y piensan.
-¿Algún periodista en concreto le causó daño?
- ¡Muchos! ... jamás quisieron respetar mi voluntad e insensibles ante mi dolor no escucharon mis ruegos ni de los médicos y enfermeras cuando me hallaba enfermo. Hacían ruidos espantosos, todos querían vanagloriarse a costa de mi sufrimiento. Aún me persiguen en mis pesadillas, los gritos de los reporteros, las cámaras de los fotógrafos y las potentes luces de la televisión. Aquello fue un atropello incalificable.
Gotitas como perlas friolentas bañan su frente mientras las palabras le brotan exaltadas ante estos amargos recuerdos. ¡No comprendía la parte más dolorosa y desagradable de nuestra profesión!
-Sabiendo que soy periodista, ¿por qué me recibe?
-Pequeña periódista, qué triste batalla te espera combatir. ¡Pobre de ti cuando sientas las dentelladas de la humanidad! No sabes que en lugar de hacerte un bien te lego una responsabilidad de la cual tal vez no salgas bien librada.
Sus palabras caen como cascadas que logran estremecerme
-¿Considera que Martín Adán es un gran poeta?
-La crítica es la que lo cree, yo opino que solo es un versero.
-¿Quién considera que fue el mejor poeta peruano?
-Sin duda alguna, José María Eguren, sus versos logran calar muy hondo.
-¿Lo conoció?
-Claro. Yo lo admiraba mucho. Tanto que para pertenecer al grupo de Eguren que se encontraba formado por intelectuales de la clase media baja y en la cual no me daban cabida por mi origen supuestamente aristocrático tuve que cambiar mi nombre Rafael de la Fuente por el de Martin Adán.
-¿Y por qué Martin Adán y no otro nombre?
-Bueno.. yo aspiraba la aceptación de todos, entonces tomé el nombre de un mono y lo asocié al primer nombre.
-¿Quiere decir con esto que comparte la teoría de Darwin?
-Hasta la fecha no he encontrado otra explicación más lógica.
-¿Otros intelectuales que haya tratado?
-A Luis Alberto Sánchez y José Carlos Mariátegui, entre otros.
-¿Qué opinas de las obras de Luis Alberto Sánchez?
-Sánchez siempre ha sido un investigador de la historia literaria, sus escritos muestran datos que él recogió de las crónicas pasadas y otros que inventó al no hallarlos. Sin embargo, debo resaltar que es un gran crítico.
-¿Qué puede decir de José Carlos Mariátegui como político?
-A Mariátegui lo visitaba todos los martes, pero nunca hablábamos de política. Él sabía que a mí no me gustaba, así que nos enfrascábamos en largas conversaciones sobre asuntos netamente intelectuales.
-Pero usted ha leído la obra de Mariátegui y por lo tanto sabe la doctrina que pregona, ¿qué opina al respecto?
-Yo respeto mucho las ideas de Mariátegui, pero creo que el Perú no está preparado para asimilarlas y mucho menos para asumirlas.
-En su mesa hay varios escritos de Valdelomar, ¿gusta de sus obras?
-La prosa de Valdelomar es suave y sencilla, en cuanto a sus versos creo que Valdelomar era capaz de hacerle bellos versos hasta a una bacinica
-¿Qué opina de la poesía de cesar Vallejo?
-Las obras de Vallejo no van conmigo, no obstante no niego su gran calidad de poeta.
-¿Sus escritores favoritos?
-Aparte de Joyce, Proust y los clásicos, leo a Allan Por y a Óscar Wilde. Y por último todo lo que caiga en mi mano.
Luego a modo de reflexión, dijo:
-Un escrito o un libro de un poeta clásico es como la Biblia. Todos desean tenerla. No está al alcance de todos entenderla. Pocos la leen.
La entrevista se desarrolló la segunda semana de diciembre. El estado anímico del poeta era radiante, tras dos meses de duro enclaustramiento en cama. Acababan de quitarle el yeso de la pierna.
Tres días antes de navidad volví a visitarlo. Martín estaba sentado sobre la cama leyendo un periódico.
-¿Cómo se encuentra, Don Rafael?
-¿Cómo crees que puede sentirse este viejo cuerpo? Cada día se hace más difícil pagar mi penitencia...¡estoy cansado de luchar! Busqué refugio en la soledad para vencer el vicio y apartarme de la gente que empezó a asfixiarme. Pero entonces solo me dolía el alma y no el cuerpo como ahora.
Luego nos ponemos a hablar de la Navidad. Me pide que le describa el ambiente del albergue y de todo Lima. Conforme escucha, su rostro va dulcificándose y su mente empieza a traer recuerdos del pasado al presente:
-En las cenas pascuales de mi niñez todo era alegría, nunca me faltó un regalo, pero...el que yo esperaba jamás llegó.....¡tal vez deseaba demasiado!
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Uno de los mejores libros sobre San José Sánchez del Rio, sino es que el mejor. El Niño Testigo De Cristo Rey (José Sánchez del Río, Mártir Cristero) De venta en: https://libreriavigenteladerrotamundial.com/product/el-nino-testigo-de-cristo-rey-jose-sanchez-del-rio-martir-cristero/ Víctima de la persecución religiosa impuesta por el más radical de los gobiernos anticlericales en la historia de México y testigo de salvajes asesinatos durante la Guerra Cristera, José Sánchez del Río, tras ser apresado por su propio padrino en el mismo templo donde fue bautizado, fue brutalmente torturado y martirizado en el cementerio de su pueblo natal por su valerosa defensa de la Iglesia. Antes de morir, cuando le preguntaron «¿Qué mandas decir a tu padre?», respondió: «Que nos veremos en el cielo, ¡Viva Cristo Rey y la Virgen de Guadalupe!». Era un niño de tan sólo 14 años de edad. En El niño testigo de Cristo Rey -obra que en el rodaje de Cristiada inspiró al actor Mauricio Kuri-, el sacerdote Luis Manuel Laureán, paisano del joven beato, relata con la viveza del testimonio directo de testigos presenciales, gran rigor histórico y la amenidad del buen estilo literario, la historia de este mártir cristero muy bien encuadrada en su ambiente histórico, cultural y geográfico, valiéndose de una cuidada investigación en documentos de archivo, prensa de la época, fotografías históricas y entrevistas. https://www.instagram.com/p/CLIZNa4hJN1/?igshid=1rxw4klxc924y
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LA PRESIÓN INTERNACIONAL, LA VERSIÓN FRANQUISTA Y LAS PRIMERAS INVESTIGACIONES (3/5)
América recibió con los brazos abiertos a Lorca durante los primeros años de la década de los treinta: viajó a Nueva York, concedió conferencias en Cuba, y en 1933 estrenó Bodas de Sangre en Argentina. Además, llevaba una relación epistolar con Salvador Novo, importantísimo personaje en la cultura mexicana. La fama de un hombre cuya obra se había hecho universal y atractiva, llevó a la comunidad artística internacional a exigir al gobierno Franquista una explicación
y una resolución del crimen.[1]
El gobierno de Franco es reconocido por su nula tolerancia a la disensión, se le acusa a su régimen de la desaparición de opositores, quienes eran considerados terroristas; y de la persecución de intelectuales y poetas durante toda su dictadura.
Si bien, Franco no es el culpable directo del asesinato de Federico García Lorca, es el culpable de la censura, la desaparición y el entorpecimiento de las investigaciones para dar luz al caso.
En abril del 2015, Cadena Ser sacó a la luz un documento original fechado en 1965, redactado por la Jefatura Superior de Policía de Granada.[2]
Es interesante esta versión, porque, oficialmente se le atribuyen cargos criminales al poeta: socialista, masón miembro de la Logia de la Alhambra y por que “estaba tildado de prácticas de homosexualismo [sic], aberración que llegó a ser vox populi” pero sin antecedentes conocidos de tal situación.
Estos cargos se explican de manera superficial y breve, y están sustentados en supuestos de hechos “sin actividades conocidas” por lo tanto, no había más pruebas que las sospechas generadas por sus relaciones sociales. Importante resaltar que en el texto pesa más su relación con Fernando de los Ríos, republicano de Izquierda, que su conocidísima amistad con Luis Rosales Camacho, poeta y colaborador en una revista Falangista, y la relación que sostenían las familias de ambos.
También queda claro que “el homosexualismo” según la dependencia, no es la causa determinante del asesinato, ni el cargo principal, como lo señalan, cada junio, cantidad enorme de textos publicados por revistas y blogs, sino un agravante, el “y además” de dos crímenes imperdonables para el Fascismo Español: ser “rojo” y peor aún, ser “masón”. Tanto Falange, como el régimen Franquista no tenían la necesidad de disculpar el crimen si se hubiera tratado meramente de un crimen por homofobia, porqué la corrección política en aquel momento histórico no lo ameritaba, y menos en un país donde la moral era dictada por el poder que ellos representaban. Por supuesto que influyó, pero no fue el detonante, ni la razón específica, al menos, oficialmente. El texto, además, presenta la justificación de que los datos presentados en la cronología de los hechos son confusos, dando a entender que fue un proceso irregular y seguramente planeado por particulares, movido por el interés de los militares golpistas y autoridades implicadas. Uno de los fragmentos del texto explica que el perímetro de la Casa de los Rosales Camacho fue “rodeado con gran aparato por Milicias y Guardias de Asalto”, lo que tira por la borda la versión de Ruiz Alonso que aseguraba haber acudido sólo en compañía de Miguel Rosales y totalmente desarmado, y hace preguntarse ¿Por qué tanta parafernalia en la detención un hombre sin antecedentes violentos, y que evidentemente estaba atemorizado por su vida? El secretismo fascista atrajo la mirada de investigadores internacionales dispuestos a dar luz al asunto. El primero de ellos fue un americano de origen español llamado Agustín Penón. La investigación de Penón no fue fácil. Según se explica en un programa televisivo titulado “Los Fantasmas de Lorca” su material de investigación tuvo que basarse meramente en el testimonio de los hombres clave en el suceso trágico de 1936, y a modo de anécdota se cuenta que tuvo que ganarse su confianza para lograr conseguir sus declaraciones, dejando entrever que el tema era ya un tabú entre las comunidades militantes de derecha, y un riesgo para quien declarara sobre el hecho.[3]
El sitio web UniversoLorca.com le dedica un artículo donde se relatan las actividades realizadas por el investigador y su cómplice, el dramaturgo William Layton. En él, se exponen la planeación y los trabajos realizados para llevar a cabo la investigación, comenzando con un aparente viaje de vacaciones en España. La estancia de los investigadores se prolongó año y medio, y entre los logros obtenidos se encontraba la publicación del acta de defunción de Federico García Lorca, extendida en 1940, cuatro años después de su asesinato.
Se puntualiza también la relación de estos dos hombres con la actriz y escritora Emilia Llanos, quien fuera amiga de Lorca, y se convertiría en una importante colaboradora de la investigación.
De esta investigación surgió la primera inquietud de encontrar la ubicación del cadáver: “Penón consiguió determinar el lugar donde, según los testimonios que recabó, había sido enterrado el poeta y sus compañeros de ejecución. Tanto se implicó que incluso planeó con Emilia Llanos adquirir el terreno.”[4]
Queda clara la tarea titánica del periodista al aventurarse a investigar un acontecimiento cuyos registros documentales habían sido destruidos o desaparecidos. Formó, pues, el primer archivo de testimonios sobre el caso Lorca en la historia. Este trabajo fue el antecedente directo de investigaciones posteriores que pudieron entonces, dar una cronología y orden completo a los hechos. Sin embargo, por razones desconocidas, y a los misteriosos suicidios de Penón y Layton, la investigación, que quedó inconclusa, no vio la luz en su totalidad hasta el año 2009, cuando la heredera del archivo, Marta Osorio, decidió publicarla con el título de “Miedo, Olvido Y Fantasía. Crónica De La Investigación De Agustín Penón Sobre Federico García Lorca (1955-1956)”. Las notas y el archivo original de Penón han sido manipulados y alterados por la pluma de Marta Osorio, según la autora, para darles coherencia. Previamente, el Archivo Penón había estado en manos de Ian Gibson, el investigador lorquiano con más notoriedad.
Durante más de 10 años, Gibson estuvo al frente del primer proyecto de publicación de la investigación de Penón, sin embargo, la tarea se demoró y tuvo que ser publicada parcialmente en un libro titulado: “Diario de una búsqueda Lorquiana”.
Según Osorio este libro pasó desapercibido debido a “Reducidísimos e incompletos textos de Agustín, con muy pocas fotografías y tan vinculado al propio Gibson que parecía más una confirmación del trabajo de este conocido y gran investigador que lo que realmente es: una investigación distinta hecha por un investigador distinto.”[5] Es importante puntualizar que la primera investigación publicada sobre el asesinato de Federico García Lorca fue la de Gibson, en 1972; seis años antes de tener acceso al Archivo Penón. Se trata de una investigación a la que tituló: “La represión nacionalista de Granada en 1936 y la muerte de Federico García Lorca”
El revuelo por el trabajo de Gibson fue sonado, llegando incluso a escandalizar a Francisco Franco, provocando su censura en territorio español: “El éxito del primer libro fue extraordinario, sobre todo a raíz de la concesión del Premio Internacional de la Prensa de Niza, concedido en 1972 y se tradujo a numerosos idiomas. Fue prohibido de inmediato por el régimen de Franco, pero miles de ejemplares cruzaron clandestinamente la frontera. Durante la transición a la democracia tuve la oportunidad de charlar con José Soler, «la sonrisa del régimen», quien me confió que incluso se habló de la molesta obra en un consejo de ministros presidido por el Caudillo [Francisco Franco]. Saberlo me regocijó y me sigue regocijando.”[6]
La obra significó la entrada de Gibson por la puerta grande a la exposición mediática internacional. Años después de su publicación, los derechos del libro fueron vendidos a Columbia Tristar Films de España, y se convirtió en el guion de una película titulada “Muerte en Granada”, de este modo, los testimonios orales que se convirtieron en investigaciones pasaron del papel a la gran pantalla, masificando el conocimiento del crimen, y dándole, sin duda, un enfoque melodramático que creó una conexión afectiva con los espectadores. La figura de Gibson es controversial, se trata de un hombre nacido en Irlanda, con una fascinación casi obsesiva con Lorca. Su carisma y su inclinación izquierdista le han permitido hacerse de un público constante que lee sus obras y escucha sus conferencias. A él se le debe la mas completa y monumental biografía del poeta: “Federico García Lorca” una obra de dos tomos, publicada entre 1985 y 1987. Ha escrito numerosos libros y ensayos sobre los hombres que tuvieron un papel relevante en el desarrollo de Lorca como artista, y de los que tuvieron una participación importante en su asesinato, pero su obra no se limita a la investigación de la figura de Federico. Se ha interesado por Salvador Dalí, Luis Buñuel, y Rubén Darío. Actualmente, no hay autor que no haga referencia a los trabajos de Gibson en sus investigaciones lorquianas, ya sea para reafirmarlo, o para refutarlo. La labor de Gibson ha traspasado el trabajo de la mera investigación, ha sido un gran activista en pro de la memoria histórica, y ha impulsado distintos trabajos arqueológicos para dar con el cadáver de Federico García Lorca. (1) MUCIENTES, Esther, 2010. Pero, ¿qué pasó con Lorca?. En: El Mundo [en línea]. Disponible en: https://www.elmundo.es/elmundo/2010/02/06/cultura/1265442040.html [consultado el: 30 agosto 2019] (2) TORRES, Javier, 2015. La versión franquista del asesinato de Federico García Lorca. En: Cadena SER [en línea]. Disponible en: https://cadenaser.com/ser/2015/04/22/cultura/1429721554_396463.html [consultado el: 30 agosto 2019] (3) MONTSEAULAGA, 2010. Los fantasmas de Lorca (1_4).avi. En: Youtube [video en línea] Publicado el 7 de agosto de 2010 [consultado el: 28 agosto 2019]. Disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=d2SU-gefzAs (4) UNIVERSO LORCA, 2019. ¿Quién fue quién? Penón, Agustín. En: Universo Lorca [en línea] Disponible en: https://www.universolorca.com/personaje/penon-agustin/ [consultado el: 03 agosto 2019] (5) OSORIO, Marta. Miedo, olvido y fantasía: crónica de la investigación de Agustín Penón sobre Federico García Lorca, Granada-Madrid, 1955-1956. 2da ed. España: Comares, 2009. (6) GIBSON, Ian. El asesinato de García Lorca. 2da ed. España: Plaza & Janes Editores, 1997.
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El misterio del avión Douglas C-47 (DC-3) y su aparatoso accidente en 1963
La muerte de Jorge Eliecer Gaitán en 1948 desencadenó la guerra bipartidista, en los llanos orientales la mayoría eran simpatizantes de la guerrilla liberal. En Tauramena la mayoría de los hombres jóvenes hicieron parte de los liberales. También con esto llegaron muchos boyacenses a refugiarse y a hacer parte de la guerrilla. Mi abuelo bajó desde Campohermoso hasta Tauramena con la guerrilla que dirigían los hermanos Bautista, reuniéndose con los grupos dirigidos por Guadalupe Salcedo y Dumar Aljure.
Para esta época de las guerrillas y los habitantes del municipio empezaron una correlación donde los Liberales comenzaron a gobernar sobre el municipio. Antes de esto Tauramena era más bien un caserío de pocos habitantes, muchos vivían alejados de la plaza principal y se dedicaban a actividades del campo. Los campesinos del municipio llegaban en caballo o mula, muchas veces tenían que darle juete a las bestias para regresar a las fincas ya que el camino de regreso era una subida llena de barro. Tauramena solo tenía la Iglesia de San Cayetano, frente a ella una planicie de barro que era utilizada como la plaza, un colegio de barro, el mercadito, la carnería y un par de casas.
“Y de ahí para acá una placita, una carnería que ahí mataba ganado mi abuelito, mi papa y mi tío Elio Don Luis Aldo, que en paz descanse…. Una placita, incluso había una acera grandísima ahí, la escuela era por ahí de donde estaba la iglesia para acá. Había una escuelita, una casita de barro, ahí estudiábamos nosotros. Y nos soltaba Don Mario a la plaza para pasar el recreo “ ("Chirivico", 2013)
De todos modos, muchas de estas personas que bajaron con estos grupos armados eran de ciudades y pueblos mucho más avanzados que Tauramena, cuando estas personas llegaron no solo aumentaron la población, sino que también trajeron nuevas necesidades y conocimientos que transformaron al municipio una vez más.
El único elemento que todavía se manifiesta como prueba fidedigna de la guerra bipartidista es el motor de un avión que se encuentra frente a la antigua primaria del José María Córdoba, hoy el edificio pertenece al instituto educativo del Llano. Frente a estas instalaciones está un parquecito que se ubica en la calle 8#12-113. El lugar es triangular, tiene una virgencita, jardineras, un par de banquitas para sentarse, y el motor del avión que está subido sobre un cubo de cemento que colocaron dentro de una jardinera, la maleza está creciendo alrededor y ha comenzado a cubrir al motor. Ese parquecito fue remodelado hace unos 8 años, en ese entonces estaba la virgencita, y las secciones que ahora están con pisos de ladrillo y cemento antes eran un arenal, en la punta del triángulo estaba el motor, tirado de costado encima de la arena donde los niños se subían para jugar a la guerra al salir del colegio. Ubicado de esa forma daba la impresión de que así se había derrumbado cuando sucedió el accidente hace 53 años
Frente a los eventos que envuelven el accidente del avión se encuentran varias versiones dadas por distintas fuentes que hacen que eventos de hace algunas décadas sean confusos y difíciles de confirmar. Nada parece seguro, excepto que el avión se derrumbó sobre el pueblo y que lo único que quedó de él fue su motor, que muestra signos de haberse fundido por el fuego del accidente. Entre las distintas fuentes que encontré sobre la historia del avión (Aviation Safety, s.f.), una página web que trata de recopilar toda la información respecto a los accidentes áreos que han sucedido alrededor del mundo, presentando información que muestra el modelo del avión, la entidad a la que pertenece, la razón del siniestro y la lista de personas que salieron heridas, fallecidas o sobrevivientes.
Entre los datos sale un link que lleva a una base de datos de Google que un gran acceso a distintas noticias en el mundo, dentro de su información se encuentra un escaneo a un periódico de El Tiempo, donde está en el encabezado la noticia del avión que chocó en Tauramena, los nombres de las personas que fallecieron y sus fotografías en blanco y negro.
(TIEMPO R. E., 1963)
Encabezado de El Tiempo, miércoles 3 de julio de 1963
Artículo del siniestro en la página 25
Esa es la versión que se dio ante los medios nacionales, de todas formas, hay testimonios en otros archivos y testimonios de los habitantes del municipio que hablan acerca de las condiciones de la pista de aterrizaje, las condiciones del improvisado aeropuerto.
“Podían aterrizar de oriente a occidente y decolar en sentido contrario, Don Mario Franco mandaba a espantar los burros y las vacas de la pista, apenas oía por un radiotransmisor la comunicación de los pilotos con la torre de control, la hora que estimaban llegar a Tauramena. En varias oportunidades el avión atropelló diferentes animales de la comunidad, entre otras de Doña Flora Sabogal y mi abuelita Briceida Álvarez” (Vaca, 2002, pág. 80)
Se habla de las irregularidades que rodeaban la idea de un “aeropuerto” que consistía en una pista de tierra destapada y una pequeña estación de control donde un hombre vendía los boletos y estaba encargado de ahuyentar a los animales. También se habla de la tragedia desde la mirada de los habitantes del común, desligados de la milicia libertadora y dedicados a su vida en el campo
“Nos quedamos mirando como decolaba en la pista y levanto el vuelo al final de la misma, a unos 15 metros de altura intentó bruscamente voltearse girando hacia la izquierda como queriendo volver a la pista, con tan mala suerte que perdió la altura y el ala izquierda rozó contra la sabana partiéndose en dos, se oyó una gran explosión y vimos la columna de humo negro. Inmediatamente arrancamos a correr para el sitio y al oír gritos de auxilio nos acercamos y logramos sacar a dos señores, ya que a otros los había logrado sacar el propietario de la finca de nombre Manuel García, cuando nos devolvimos a sacar a otro, que pedía auxilio, estaba muy prensado en medio de las latas y uno de los que sacamos nos dijo que no nos acercáramos más porque había una bomba que aún no había explotado” (Vaca, 2002, pág. 95)
También existen testimonios de los huérfanos y desplazados de Boyacá que se unieron a los liberales que bajaron a los llanos orientales, comentando sus experiencias respecto al accidente aéreo y su experiencia entre el marco de la guerra.
<<“Es un recuerdo de la guerra, porque cuando eso en el año 50’, el comandante Pablo Bautista mando a Custodio Mora y otros subalternos que minaran en el campo de aterrizaje en horas de la noche. Se metieron arrastrándose, hicieron hoyos y enterraron dinamita, eran minas de espoleta. El avión militar madrugó a llegar con una carga de provisión para el ejército, aterrizó ¡y claro!, reventaron las minas, y se incendió el avión y lo único bueno es lo que queda.” Testimonio oral: Marco Tulio Perilla Cely, Tauramena junio 28 de 1997>> (Arcadio Benitez Ortiz, El aeropuerto, 1997, pág. 42)
Testimonios de personas que esperaban que la paz se formara dentro del municipio ya que los mismos locales terminaron desplazados a ciertos municipios de Boyacá o a zonas del monte por la presencia de los liberales contra las fuerzas militares dentro del municipio ocasionando violencia y tensión política.
<<“La gente la fueron sacando de Tauramena para Villavicencio y Sogamoso en aviones que pusieron disponibles: después de un tiempo, hubo una paz chiquita y se dio vía libre para que llegara todo el mundo del monte. En esos días se esperaba un avión de Avianca, pero cayó un avión de la fuerza aérea; seguramente la pista andaba minada y ahí lo tumbaron; de eso queda el motor que hay por ahí cerca al colegio eso fue como en el 51, y entonces otra vez a coger para el monte porque mucha gente fue a parar a la cárcel y empezaron otra vez las autoridades a acosar a la gente” Testimonio oral: Uriel Ruiz, Tauramena junio 19 de 1997>> (Arcadio Benitez Ortiz, Relatos de violencia en Tauramena, 1997, pág. 47)
Parece que la versión que se dio a nivel nacional e internacional fue la de un accidente ocasionado por el pésimo clima en la región, si las condiciones ambientales eran las mismas que hace 53 años podemos decir que era época de invierno, así que las constantes lluvias y los barriales pudieron ser la causa de un accidente fatal. Sin embargo, en esos años se desarrollaba la guerra bipartidista y era seguro que los liberales no querían la presencia del ejército nacional dentro del municipio.
Aparte, según los relatos de varios liberales del municipio, se tenía conocimiento sobre el diseño de minas y explosivos, así que es probable un posible sabotaje dentro de la autopista; a pesar de las distintas versiones donde los testigos del siniestro fueron a ayudar, sacaron a algunos heridos y lograron salvar a 3 personas de los nueve tripulantes que estaban dentro del avión, el cual dicen dio la vuelta y se chocó contra el suelo al hacer una mala maniobra. Creo que el suceso del avión Douglas C-47 (DC-3) es un excelente ejemplo de los inciertos históricos donde priman contradicciones, versiones “oficiales” y testimonios locales que contradicen a las fuentes supuestamente “verídicas” que se encuentran en el poder.
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EL CINE DE LA RECONCILIACIÓN
Durante la guerra civil española de 1936 el cine es un elemento propagandístico usado por ambos bandos. En la zona rebelde se crea el Departamento Nacional de Cinematografía que controlará toda la producción del cine español en los años siguientes. El cine de la guerra (el llamado “cine de cruzada”, como Raza de 1942) y el cine de reivindicación religiosa (La fe, 1947) o imperial (Locura de amor, 1948) serán los temas en que se basará la producción de los años 40.
Tras la derrota de los nazis se frena la producción de películas sobre la guerra civil y se incide más en películas de temática histórico/imperial. Entrados los años 50 se diversifican las opciones con la aparición de jóvenes como Bardem o Berlanga, las aportaciones puntuales de José Luis Saénz de Heredia (Historias de la radio), los inicios de Fernando Fernán Gómez y la explosiva llegada de los niños prodigio con Pablito Calvo, Marisol y Joselito a la cabeza. Dejo al margen las obras de Marco Ferreri (El pisito, El cochecito) o Ladislao Vadja (Marcelino pan y vino o Mi tío Jacinto) ya que, aunque sus películas se realizaron en nuestro país, no se les puede etiquetar como autores españoles. También en esa década se producen una novedad: la aparición de dos importantes festivales de cine. El Festival de Cine de San Sebastián se inaugura en 1953 y el de Valladolid en 1956 con el sugerente título de Festival de Cine Religioso al que, al cabo de unos años, se le añadió la coletilla: ”… y de Valores Humanos”.
Pero en esa década la mayor novedad en relación con el cine de nuestro país fueron las llamadas Primeras Conversaciones sobre el Cine Español organizadas en la Universidad de Salamanca por Basilio Martín Patino, Ricardo Muñoz Suay y Juan Antonio Bardem en el año 1955. Por primera vez tras el Congreso Hispano Americano de Cinematografía (1929-1930) se iban a reunir los profesionales para debatir la situación artística e industrial del cine español. Los organizadores rechazaban el cine folclórico predominante y pretendían que se realizara un cine más en sintonía con la realidad social. De hecho, los organizadores firmaron un texto en el que se decía:
“El cine español vive aislado; aislado no sólo del mundo, sino de nuestra propia realidad. Cuando el cine de todos los países concentra su interés en los problemas que la realidad plantea cada día, sirviendo así a una esencial misión de testimonio, el cine español continúa cultivando tópicos conocidos (…). El problema del cine español es que (…) no es ese testigo que nuestro tiempo exige a toda creación humana”
En la última jornada y a modo de resumen Juan Antonio Bardem elaboró unas conclusiones en una serie de frases que se hicieron famosas en los ambientes cinematográficos:
“El cine español es: Políticamente ineficaz. Socialmente falso. Intelectualmente ínfimo. Estéticamente nulo. Industrialmente raquítico”.
Aunque inicialmente el impacto de estas jornadas fue minoritario salvo en los sectores intelectuales y artísticos, todos los historiadores coinciden en que estas jornadas fueron básicas para que unos años después se desarrollara el conocido como Nuevo Cine Español gracias también al apoyo del Manuel García Escudero repuesto como Director General de Cinematografía en 1962. García Escudero era un hombre del sector más liberal del régimen y con una visión de las necesidades tanto artísticas como industriales del cine español muy por encima de que tenían las autoridades culturales en aquellos años. De esa forma aparecieron en el panorama del cine español de los años finales del franquismo autores como Miguel Picazo, Carlos Saura, Víctor Erice, José Luis Borau, Mario Camus, Francisco Regueiro o el propio Martín Patino. También ya en los 60 aparece la Escuela de Barcelona con autores como Vicente Aranda, Jaime Camino o Gonzalo Suárez. Por su parte el País Vasco aportó un productor esencial para el cine español del tardo franquismo: Elías Querejeta. Casi todos ellos pertenecían a la oposición al franquismo y sus obras de indudable calidad artística no lograron el éxito en taquilla que durante los años 60 y 70 tuvieron el “landismo”, las folclóricas, Paco Martínez Soria o las obras de los Ozores.
Las aportaciones andaluzas podemos decir que fueron puntuales y en ningún caso producto de un movimiento coordinado u organizado. Fueron individualidades como Manolo Summers, Claudio Guerín Hill, el recientemente fallecido Julio Diamante, Josefina Molina o Miguel Picazo los que llevaron el nombre de Andalucía, con desigual fortuna, al cine español.
En el año siguiente, en Junio de 1956, en España el régimen a pesar de numerosos problemas económicos, se había estabilizado y tras entrar en la ONU estaba en pleno “romance” con los Estados Unidos. Stalin había muerto y la desestalinización estaba en marcha. El Partido Comunista de España (PCE) ante esa situación realizó una larga declaración con el título “Por la reconciliación nacional, por una solución democrática y pacífica del problema español”. De su largo contenido extraigo algunos párrafos;
Un estado de espíritu favorable a la reconciliación nacional de los españoles va ganando a las fuerzas político-sociales que lucharon en campos adversos durante la guerra civil.
(…)
El Partido Comunista de España, al aproximarse el aniversario del 18 de julio, llama a todos los españoles, desde los monárquicos, democristianos y liberales, hasta los republicanos, nacionalistas vascos, catalanes y gallegos, cenetistas y socialistas a proclamar, como un objetivo común a todos, la reconciliación nacional.
Creo que fue este el germen, junto al despertar de inquietudes de los profesionales del cine puesto de manifiesto en la Jornadas de Salamanca, lo que dio pie a que en los años siguientes se iniciará un subgénero en el cine español que algunos dieron en llamar “cine de la reconciliación” (así lo señala Enrique Moradiellos en 1936-Los mitos de la guerra civil) y que lamentablemente tuvo un recorrido demasiado corto.
Pero en honor a la verdad es necesario citar dos películas muy anteriores a estas fechas y que esbozaron de forma tímida, pero al mismo tiempo atrevida, la reconciliación entre los enemigos de la guerra civil. Así, nada menos que en 1939 Edgar Neville rueda FRENTE DE MADRID. Edgar Neville era un republicano de derechas que se tuvo que subir al carro de los vencedores y que inició una carrera cinematográfica más que destacada con varias de las películas más importantes del cine español de los años 40 como El crimen de la calle de Bordadores, Nada, Domingo de carnaval, Mi calle o Duende y misterio del flamenco. En este caso realiza su primera película: Frente de Madrid es un film de escasa calidad y maniqueo como no podía ser menos. Se rodó casi enteramente en Italia y con dos versiones, una con equipo artístico español y otra con italiano. La versión española se perdió no sabemos si accidentalmente o porque la película cayó en desgracia; de esta forma solo disponemos de la versión italiana que además cuenta con la distribución alemana nazi por lo que resulta asaz curioso ver una película “española” con equipo artístico y técnico italiano y con créditos alemanes.
No cayó muy bien en las altas instancias del nuevo régimen que al final de la historia el protagonista “bueno”, el falangista, cayera herido en una trinchera y en la misma acabara también un miliciano republicano; ambos se disponen a morir consolándose mutuamente y sin que aparezca odio entre ambos finaliza la película. Pero hay otra secuencia que me resultó cuando la vi muy curiosa y de la que no he encontrado el más mínimo comentario en las fuentes que he consultado: en una secuencia no esencial de la historia, aparece ante un responsable de los milicianos (a los milicianos los presenta feos, desaliñados y hasta jorobados) un viejo que es reconocido por el jefe como un histórico con más de 30 años en el partido. El viejo, de nombre Fabrizio recrimina al miliciano los crímenes que se están cometiendo diciendo que ese “no era el objetivo por el que lucharon y que eso les haría perder la guerra”. ¿Por qué introduce Neville a este personaje y esta conversación en la película? Realmente no lo sé, pero no me extrañaría nada que Neville conociese las manifestaciones que realizó en Agosto de 1936 uno de los políticos más importantes de la República, Prieto, en el sentido de que los milicianos no podían seguir cometiendo asesinatos y que eso les haría perder la guerra (“No imitéis esa conducta; os lo ruego, os lo suplico. Ante la crueldad ajena, la piedad vuestra; ante la sevicia ajena, vuestra clemencia; ante todos los excesos del enemigo, vuestra benevolencia generosa. ¡No los imitéis! ¡No los imitéis! Superadlos en vuestra conducta moral; superadlos en vuestra generosidad”). Ese político tenía por nombre Indalecio y no sé por qué, pero esos dos nombres, Indalecio y Fabrizio tienen ciertas resonancias fonéticas… Evidentemente es una pura especulación mía sin más verificación documental o crítica.
La otra película en la que se esboza una ligera reconciliación en forma de una presentación más humana del enemigo es ROJO Y NEGRO, una película falangista de 1942 dirigida por Carlos Arévalo (Harka). La película tuvo un éxito inicial y en pocos días se “perdió”. Tan solo en los años 90 del siglo pasado se pudo localizar una copia y restaurarla. Narra la historia en la guerra civil de una pareja de novios (ella, falangista y él, anarquista); la curiosidad de la película es que presenta los personajes republicanos como seres humanos, lo que era todo un atrevimiento en aquellos años de un brutal maniqueísmo. Según los historiadores la película al estar realizada por un falangista no se censuró y no se prohibió… tan solo se le hizo desaparecer.
Pero la realidad es que esos intentos de reconciliación (que se consolidaron en el Congreso del Movimiento Europeo de 1962, llamado por el régimen el “contubernio de Munich”, que logró reunir a toda la oposición salvo al PCE) no lograron una plasmación duradera en el cine. La realidad es que fue un subgénero cinematográfico corto en calidad y cantidad. ¿Por qué? Es complicado hallar la causa de este fracaso dado que la gran mayoría de los organizadores de las Jornadas de Salamanca eran militantes del PCE. De hecho, en las escasas películas que abordaron la reconciliación como un fin en sí mismas solo intervino como director un militante comunista, Juan Antonio Bardem; pero veamos cuáles fueron las obras más significativas del cine de la reconciliación.
En un artículo de 2015 en la revista L´Atalante, (La ciudad perdida. Espacios de reconciliación y disidencia en la literatura y el cine español de la década de 1950), Sonia García López analiza la novela La ciudad perdida de la falangista heterodoxa Mercedes Fórmica y la película del mismo nombre dirigida por Margarita Alexandre y Rafael Torrecilla. Margarita Alexandre fue una de las pioneras del cine español y una antifranquista que en los años 60 se marchó a Cuba donde realizó varias películas. Rafael Torrecilla fue su pareja y juntos formaron un dúo cinematográfico. Alexandre y Torrecilla rodaron en 1954, Cristo, un documental sobre imaginería religiosa y en 1956, La gata, la primera película española en CinemaScope. LA CIUDAD PERDIDA (1955) fue la primera película de género negro dirigida en España por una mujer. En La ciudad perdida se da la circunstancia que para algunos críticos es un ejemplo de la clara propaganda anticomunista de los años 50, como señala Carlos Heredero poniendo de manifiesto la imposibilidad de entendimiento entre los contendientes de la guerra civil mientras que otros la adscriben al subgénero del cine de la reconciliación.
La realidad es que cuando vi por primera vez La ciudad perdida quedé muy decepcionado: un guion simplón y un rodaje tosco, poco o nada relacionado con la reconciliación entre españoles. Traté de investigar las circunstancias que rodearon la película y claramente acerté a comprobar lo que con tantas y tantas películas de la época franquista ocurrió: la censura desvirtuó el guion, la trama, los personajes y hasta los diálogos (insistió en introducir al personaje de Manolo Morán como un mayordomo afeminado).
A pesar de que estaba basada en la novela de Mercedes Fórmica, una escritora falangista disidente (¿o quizás por eso?) la película sufrió múltiples problemas sobre todo por el aspecto moral de la historia ya que en momento alguno podían permitir los censores que se desarrollara, años después de finalizada la guerra, una historia de amor entre una aristócrata y un ex miliciano que resultaba ser una parábola de la reconciliación entre los vencedores y los vencidos de la guerra civil (lo cual, dicho sea de paso, no es que resulte amoral es que resulta ciertamente muy inverosímil).
Todos estos problemas hicieron que se retrasase un año su estreno y la propia Margarita Alexandre lo explicó:
En fin, la película salió hecha una porquería, todo aquello fue un zafarrancho. Pero había que estrenar. Mis recuerdos están frescos y recuerdo muchas cosas. A los censores casi no les faltaba más que comer hierba. No entendían nada.
Película, por tanto, con diferentes registros pero que se ha adscrito a la corriente del cine de la reconciliación, aunque con la perspectiva actual y sin conocer sus interioridades queda por una curiosa película de cine negro con escasa lectura política.
De Juan Antonio Bardem poco hay que señalar ya que su trayectoria es bien conocida; fue sin duda, junto a Berlanga, el director que más calidad aportó al cine español de los años 50 (Calle Mayor, Muerte de un ciclista).
En 1958 rueda una interesante película LA VENGANZA, con Carmen Sevilla, Raf Vallone y Jorge Mistral. Un drama rural con el enfrentamiento de los dos Españas y en el que Bardem deja abierta la posibilidad de la reconciliación.
La película que iba a tener por nombre inicial Los segadores y cuyo título fue prohibido por la censura dadas sus resonancias catalanistas, cuenta una historia de jornaleros que el director tuvo que ubicar en el periodo 1931-1936 también obligado por la tijera censora. Eso obligó a Bardem a realizar una película en “clave” y con un lenguaje muy críptico sobre el origen del problema en que se centra la historia, que no sé si fue comprendido por el público (creo que un cartel con Carmen Sevilla y Jorge Mistral tampoco ayudaría mucho a intuir unas claves políticas en la historia). La venganza, muy mermada por el paso de los años, llegó a competir por el Oscar a mejor película extranjera.
El prolífico Pedro Lazaga fue uno de los directores más comerciales de los años 60 y 70 del siglo pasado. Su irregular y cuantiosa filmografía está llena de éxitos, pero… de poca calidad. Entre sus películas triunfadoras en la taquilla podemos destacar: Estoy hecho un chaval, Vente a Alemania Pepe, El turismo es un gran invento, Sir Citroën (que también sufrió los estragos de la censura en una secuencia de la que algún día hablaremos), La ciudad no es para mí, Nuevo en esta plaza y posiblemente la mejor de su filmografía, aunque hoy no sea políticamente correcta, Los tramposos.
En 1960 realiza LA FIEL INFANTERÍA con Analía Gadé y Tony Leblanc entre otros. Producida por José Luis Dibildos, que tuvo problemas con la censura, La fiel infantería narra una historia durante la guerra civil del 36 que no es neutral, aunque ya habían pasado más de 20 años del final de la misma, pero que tampoco es la visión propagandística de las películas de los años 40. Se trata más bien de una puesta en escena más comercial, una aventura bélica al margen de profundidades ideológicas. Su asimilación al cine de reconciliación se pone de manifiesto en el texto final de la película:
"A todos los españoles que hicieron esta guerra. Estén donde estén. Vivos o muertos. ¡Larga paz!"
La última película a la que vamos a hacer referencia la dirigió en 1962 Antonio Isasi-Isasmendi: TIERRA DE TODOS. Isasi-Isasmendi fue un director más internacional que español pues algunas de sus películas – mediante acuerdos con la Warner para favorecerles en derechos de doblaje – fueron coproducciones internacionales y se pudieron estrenar en muchos países (algunas de ellas se estrenaron en más de 40 cines de Nueva York). Lo más conocido de su cine fue Estambul 65, Las Vegas 500 millones y El perro.
En 1962 rueda Tierra de todos, una historia de la guerra civil en la que ya el título nos señala un paso más en la pretendida reconciliación. Inicialmente se iba a llamar El valle de todos, pero el director, con buen criterio, abandonó este título por la posible alusión al Valle de los caídos. La película es más explicita que las anteriores, aunque su final es muy simbólico: dos soldados enemigos se ven en la tesitura de ayudar a una mujer embarazada. Una bomba acaba con la vida de todos salvo el del recién nacido, símbolo de una “nueva” España.
Hasta aquí esta somera reflexión sobre los intentos del cine para favorecer la reconciliación tras la guerra civil, reconciliación imposible pues el régimen nació beligerante y murió como representante de una sola parte de España. En sus últimos años el régimen se abrió a un cine con un cierto tono erótico y burdo, pero no permitió que se reivindicara no ya la otra España sino al menos el entendimiento de ambas… luego la Transición echó un tupido velo (posiblemente obligado y necesario) como si la historia reciente de nuestro país pudiera borrarse…
23/8/2020
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